Las carcajadas de un sabio
«A verdade -advierte Rivadulla con sorna- é que agora xa non traballa tanto. Hai pouco tivo problemas con unha perna e agora xa descansa as fines de semana». Ya no mantiene el ritmo de hace años, cuando «era el primer en llegar al laboratorio y el último en salir y siempre tenía tiempo para los estudiantes», recuerda Señarís. Goodenough, con problemas de cadera, ya no podrá cumplir con una de sus aficiones: bailar. Pero sí conserva su optimismo y su buen humor. Sus estruendosas carcajadas, que chocan con sus modales de gentleman, «se oyen a varios kilómetros», según recuerda Señarís. En esta ocasión lo han oído hasta en la Real Academia Sueca de Estocolmo.
El jurado del Nobel reconoce tanto a Goodenough como a Whttingham y Yoshino por sus «importantes descubrimientos» por separado, aunque todos ellos juntos fueron los que dieron lugar a la actual batería de iones de litio, que «en cierto sentido ha servido para hacer el mundo recargable».