Un inesperado descubrimiento en Saturno

SOCIEDAD

Os aneis de Saturno fotografados pola sonda Cassini
Os aneis de Saturno fotografados pola sonda Cassini NASA / JPL-Caltech / Space Science Institute

El planeta gigante de los anillos está más acompañado de lo que parecía

09 oct 2019 . Actualizado a las 21:38 h.

El invento del telescopio le permitió a Galileo Galilei observar en una noche del año 1610 cuatro lunas que orbitaban alrededor de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. El astrónomo italiano había descubierto que la Tierra no era la única con una compañera cósmica. Desde entonces la lista de satélites naturales conocidos no ha dejado de aumentar. Hasta ahora la encabezaba Júpiter con 78, pero un telescopio situado en Mauna Kea (Hawái) acaba de localizar veinte nuevos objetos alrededor de Saturno, que suma 82 y se sitúa en lo más alto. «Son planetas gigantes, mil veces más grandes que el nuestro. Esto provoca que la gravedad sea también mucho más intensa y, por ello, tienen tantos satélites en su órbita», explica el astrónomo Borja Tosar.

Las lunas puede nacer de tres maneras diferentes. Se forman, por ejemplo, al mismo tiempo que el planeta, a partir de una nube de gas y polvo. «Es posible también que pase cerca un objeto y el planeta lo atrape. Este es el caso de los dos satélites de Marte. Y además los propios cuerpos que hay en órbita estallan o colisionan entre ellos y generan otros nuevos», sostiene Tosar. Este último parece ser el origen de los veinte satélites encontrados recientemente. «Proceden de un satélite más grande que se rompió por una colisión con otro cuerpo que viajaba por el sistema solar», confirma el astrofísico. 17 de las lunas mantienen una dirección retrógrada, contraria al sentido de la rotación de Saturno y tres a favor. «Esto no ha terminado. Ahora mismo el planeta con anillos se sitúa líder pero la liga de las lunas continua. A medida que la tecnología avance iremos descubriendo más. Todavía quedan muchas sorpresas por conocer en nuestro vecindario cósmico», reconoce.

En el pasado la comunidad astronómica internacional protagonizó un polémico debate sobre la definición de planeta, que relegó a Plutón a una subcategoría. De la misma forma podría haber otro sobre el concepto de luna, ya que no todas son iguales. «Los satélites de Marte son como dos patatas y, de hecho, tienen esa forma. Sin embargo, en Saturno y Júpiter hay lunas más interesantes que muchos planetas y algunas incluso son candidatas para albergar algún tipo de vida.

En Encélado, que orbita Saturno, podría haber un océano de agua líquida debajo de su superficie helada y contener vida como la conocemos. En Titán llueve. Es decir, hay una dinámica atmosférica compleja. Y aunque no hay agua líquida sí existe el metano líquido. Quizás podría contener una vida basada en algo diferente al carbono. Por tanto, para hacer justicia quizás deberíamos referirnos a estos lugares como mundos y no como lunas», terminar Tosar.