La maldición de la inteligencia, cuando sufres acoso por ser más listo que el resto

Andrea Presedo
Andrea presedo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El 40 % de los niños españoles con altas capacidades sufre «bullying»

06 oct 2019 . Actualizado a las 09:22 h.

«Miguel tiene ocho años. Es un niño rubio, con ojos azules una cara muy dulce. Es agradable y divertido estar con él. Viene a verme porque en el colegio es un niño triste, que no juega con el resto en el patio, y la profesora cree que tiene problemas de sociabilidad. Intenta hacer amigos, pero no lo consigue y no entiende por qué», relata Carmen Sanz Chacón, directora de El mundo del superdotado, en su libro La maldición de la inteligencia.

Los llaman coquitos, empollones, listillos y sabelotodos. Son solo algunos de los términos que se utilizan despectivamente para referirse a un compañero que destaca sobre el resto por ser más listo que la media. Chacón explica que existe «una relación clarísima entre el acoso y los niños con altas capacidades». Sin ir más lejos, asegura que a su consulta, tres de cada cuatro niños superdotados que llegan, sufren o han sufrido acoso escolar.

«Es fácil de entender por qué se meten con este tipo de niños. Pongamos de ejemplo a un estudiante con un coeficiente de 130. Este niño, con ocho años tiene ya una cabeza de once. Es mucho más maduro que sus compañeros, habla mejor y tiene otros intereses. El resto lo ve raro y es ahí donde surge el acoso», dice la especialista. Añade que se trata de un tema «puramente sociológico». Cuando se forma un grupo y entra alguien nuevo y diferente al resto, «se le aparta». Dice también que muchas veces son los padres de los propios niños los que fomentan estas situaciones cuando les dicen a sus hijos «no juegues con él, míralo, va de listillo». Incluso a veces la culpa recae en los profesores: «al ver que los niños pueden contestarles y discutir, dejan de tratarlos bien. O al contrario, los destacan sobre el resto a la hora de hacer preguntas generales», dice.

Investigaciones internacionales y nacionales

Hay investigaciones internacionales que estiman que el 64 % de los niños superdotados sufre acoso escolar. Son cifras a nivel mundial. En el caso español, donde el campo está todavía «en barbecho», la investigación liderada por unos psicólogos de la Unir señala que un 40 % sufren acoso. José Manuel González-Cabrera, que junto a Javier Tourón, lidera este estudio, dice que para este grupo de adolescentes «la inteligencia se ha convertido en un arma que se vuelve contra ellos».

Jorge Mira, miembro de Mensa, una asociación internacional de superdotados, explica que «isto é algo que leva ocorrendo dende sempre, pero agora ridiculízase á persoa a través dun contacto diferente». Es lo que se conoce como ciberacoso, también abordado por la Unir. Precisamente, los datos extraídos en relación con esta nueva modalidad de acoso preocupan al alertar de que mientras que el 40 % de los niños encuestados no tiene móvil, la prevalencia del ciberbullying asciende al 30 %.

Autoestima y fracaso escolar

«Te voy a ser franca. Nos vienen hechos polvo, destrozados anímicamente y a veces con depresión», dice Chacón sin titubear. El acoso es un problema que afecta directamente a la autoestima. «Cuando un niño se siente rechazado por los demás, no lo invitan a cumpleaños o lo llaman friki, empieza a pensar que tiene un problema y claro, se siente como el patito feo del cuento», explica. Chacón reflexiona sobre la importancia de tratar estos casos de forma temprana porque la gente piensa que «una vez se acaba, se olvida y no ha pasado nada. No es así. El maltrato psicológico deja huellas importantes en la personalidad».

A su consulta llegan casos desde los 5 años. «Los más frecuentes son a partir de los 8 años, y los más duros, en la adolescencia», añade. Pero también acuden adultos superdotados que sufrieron acoso en su infancia y, como resultado de no haber aprendido a manejar el problema, «no desarrollaron habilidades sociales».

Este tipo de niños se enfrentan a dos riesgos durante su infancia y adolescencia: el acoso y el fracaso escolar. «Si ven que no les hace falta estudiar, pasan y cuando llegan al instituto suspenden. En ocasiones hasta los medican para tratar déficits de atención cuando en realidad son superdotados», añade. Por eso, explica, «la mejor solución es subirlos de curso para que estén con niños de su misma edad mental».

Altas capacidades

Se habla de superdotación a partir de un coeficiente intelectual de 130. Un concepto que difiere del de Altas Capacidades, término creado y solamente utilizado en España. «Se trata de aquellas personas que son un 10 % superior a la media de la población», dice Chacón. No obstante, apunta, «cada comunidad autónoma utiliza sus propios baremos». En Galicia, para ser identificado como niño de Altas Capacidades, además de ser superdotado, «tiene que ser creativo y estar motivado». En Andalucía, el criterio «es más bajo». Esto provoca que haya muchos niños con altas capacidades sin identificar. Las últimas cifras del ministerio indican que en Galicia de los 8.000 niños con altas capacidades, solo hay 1.833 identificados. A nivel nacional hay 160.000, solo 34.000 reconocidos. «Es necesario visibilizar los casos de alta capacitación para poder salvaguardar y atender a estos chicos como merecen», dice Cabrera. Y es que «ser inteligente es una maravilla, pero si no se identifica a tiempo y se trabaja con los chicos, se puede convertir en una maldición», concluye Chacón.