Verónica Dulanto, reportera de «En el punto de mira»: «No soy una justiciera»

Julián Alía MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Mediaset

El programa vuelve este miércoles a Cuatro con una nueva temporada repasando las últimas catástrofes climatológicas

03 oct 2019 . Actualizado a las 00:57 h.

Con «temas de todo tipo» regresa el miércoles una nueva temporada de En el punto de mira, a las 22:50 horas en Cuatro, según comenta Verónica Dulanto. La reportera, que este verano cambió la calle por el plató para presentar Ya es mediodía, es una de las encargadas de abrirla con las catástrofes naturales que han asolado España en los últimos meses y el cambio climático.

-¿Qué temas se van a tratar en esta nueva temporada?

-Como siempre, temas de todo tipo. Nos gustan mucho los temas de consumo, que es algo en lo que la gente está muy interesada, pero también temas de denuncias, cualquiera relacionado con estafas, fraudes o simplemente curiosas que te planteas de dónde vienen. También de personajes, de vida de familias de España que conocemos mucho todos.

-¿Qué balance hace de estos años como reportera del programa?

-Súperpositivo. Le debo muchísimo a En el punto de mira. Este programa me ha dado la oportunidad de hacer periodismo de investigación, que era un campo que yo desconocía, y, pasados tres años, que se acaban de cumplir en septiembre, el balance es infinitamente positivo. Me encanta el programa, y a día de hoy podemos decir que la gente nos sigue, y que está encantada del programa. Los reporteros, aparte del tema en sí, aportan cada uno su personalidad, su valentía y su profesionalidad, y eso a la gente le gusta.

-¿Le dan mucha importancia a las audiencias?

-Estamos gracias a que la gente nos ve, y en el momento en que nos deje, desgraciadamente y como todos los programas, tenderemos a desaparecer. A día de hoy siento que tenemos un público bastante fiel que nos agradece el programa y que está deseando que volvamos cuando desaparecemos de la parrilla. En el punto de mira lleva mucho trabajo detrás, y la mejor manera de que eso se tenga en cuenta es con el recibimiento del espectador. Nos lo tomamos con medio cautela, porque también influye la programación: en qué día, contra quién estés enfrentado. La tele funciona así, y nosotros sabemos que hacemos un buen programa aunque nos respalde la audiencia al cien por cien, o nos respalde la mitad.

-¿Qué tiene este programa para hacerle disfrutar?

-Todo. Me gusta mucho la calle, enfrentarme a situaciones inesperadas, y ver cómo desde el punto de vista profesional y personal hago las actuaciones, porque me he visto en alguna. regular. No yo, sino que han sido situaciones no previstas en las que hay que manejar un poco el barco. La calle te da una visión muy real de las cosas. No vas con un guión cerrado, no es un plató. La calle es el pulso de lo que estamos haciendo. También me gusta pedir explicaciones cuando es necesario, y en el tú a tú creo que manejo bastante bien. Aprendes mucho a verte a ti misma en situaciones que en la vida cotidiana no las tienes, y también sobre cada reportaje, claro. Es como un minimáster de cada tema.

-¿Qué situación recuerda de ese tipo?

-Fue muy sonado una que vivimos en un reportaje sobre morosos. Estuve en Benidorm, en un edificio bastante conflictivo. Tú vas con un objetivo, pero a veces la realidad supera la ficción. Fue algo que se desbordó, y nos vimos metidos en medio de una revuelta entre las personas que vivían allí de okupas y los propietarios. Nos vimos encerrados en una casa hasta que vino la policía. Se lio una bastante gorda. Son cosas que tienes que manejar, y a veces poner a la gente en su sitio. Con esto no quiero decir que yo soy ninguna justiciera, pero algunas veces no te dejan hacer tu trabajo y tienes que establecer límites. Aquella vez, cuando salí de allí tuve que sentarme un rato con el cámara y le dije: «Madre mía, ¿pero tú eres consciente de lo que hemos vivido?». Luego el resultado de cara al espectador fue maravilloso, porque vio cómo sucedió todo y nos pilló en medio.

-¿Diría que ha vivido situaciones de peligro?

-Situaciones de peligro, peligro, no, pero sí que lo rozan. Tienes que saber retirarte a tiempo, porque nunca sabes a quién tienes enfrente, y cómo va a ser su reacción ante la cámara al pedirle las explicaciones. Hay que saber mantener la calma y que no llegue la sangre al río.

-¿Cómo ha sido su verano como presentadora en «Ya es mediodía»?

-¡Ay! Fenomenal. He estado muy contenta y muy a gusto. Lo he disfrutado un montón. Ya había hecho alguna cosa de plató antes, pero ha sido una experiencia fantástica, porque no tiene nada que ver. Ya es mediodía y En el punto de mira son como polos opuestos: es plató contra calle, presentadora contra reportera. Estas oportunidades siempre las intento aprovechar al máximo, y si podemos tener otra más adelante, yo, encantada. Creo que puedo adaptarme a lo que me ofrezcan, no a todo, pero sí a algo que encaje con mi personalidad y mi manera de hacer.