-En Europa vuelven enfermedades como el sarampión por culpa de los antivacunas, ¿los hay en Sudán del Sur?
-No, de hecho te rompe el corazón. Cuanto estuve allí se organizó una campaña de vacunación del sarampión y hay gente que anda muchos kilómetros para traer a los niños. Gente absolutamente analfabeta desde nuestros estándares de conocimiento, gente que no sabe leer ni escribir pero que recorre kilómetros y kilómetros con lluvias torrenciales para vacunar a sus hijos. Quizás también porque las consecuencias de ciertas enfermedades se ven claramente. En Galicia o Barcelona nadie recuerda a un niño muerto de sarampión, allí las consecuencias son claras y las ventajas también. Por eso duele ver según qué opiniones.