El pedazo de Luna que Estados Unidos regaló a España

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Igme

10 oct 2019 . Actualizado a las 17:54 h.

Tiene el tamaño de una aceituna y se presenta embutida en una esfera de plástico. Pero no es de este planeta. Es un minúsculo fragmento de roca procedente de la Luna que Estados Unidos regaló a España en 1973 como símbolo de esperanza de paz en el mundo. Fue recogida por la misión Apolo 17, la primera que incluyó a un geólogo entre su personal a bordo, y desde ayer permanece expuesta para el público en el Museo Geominero de Madrid, donde se mantendrá hasta el próximo 31 de marzo. Se trata de un basalto de grano grueso rico en titanio, compuesto por piroxeno, plagioclasa, ilmenita y olivino, con una edad de 3.700 millones de años.

La roca fue entregada por Henry Kissinger a su homólogo Luis Carrero Blanco, en su papel de jefe de Gobierno de la época, que la mantuvo en su poder hasta que fue donada por su hijo, el vicealmirante Luis Carrero-Blanco Pichot, al Museo Naval de Madrid en el 2007. Y ahora puede verse en el Museo Geominero.

La roca se sitúa en la parte superior de una placa de madera y, bajo ella, se montó una chapa donde puede leerse: «Este fragmento es una porción de una roca del Valle de la luna Taurus Litrow. Se entrega como símbolo de la unidad del esfuerzo humano y lleva consigo la esperanza del pueblo estadounidense de un mundo en paz». Bajo la chapa se fijó también una bandera de España de la época, con el águila, con una leyenda grabada en metal que decía: «Esta bandera de su nación fue llevada a la Luna a bordo de la nave espacial América durante la misión Apolo XVII, del 7 al 19 de diciembre de 1972. Presentada al pueblo español por el pueblo de los Estados Unidos de América. Richard Nixon, 1973».

En el 2011 la NASA obsequió a España con otro fragmento de roca lunar, en esta ocasión recogida en la misión Apolo XV en 1971, en reconocimiento a la colaboración española en la llegada del hombre a la Luna, concretamente desde el complejo de antenas de Robledo de Chavela (Madrid). «Efectivamente, España participó activamente en la carrera espacial. De hecho, las antenas de Robledo de Chavela resultaron imprescindibles en todas las misiones americanas en la Luna», destaca Rafael Lozano, científico del Museo Geominero. España también colaboró en el estudio de los materiales lunares.