«¿El burlador de Sevilla? originó miles de versiones distintas»

SOCIEDAD

JESUS GARCIA

La obra, recalca, que «origina toda la inmensa familia de donjuanes, que se extiende por todo el mundo

16 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Frente a lo que sucedía fuera del país, en donde el mito creado por Tirso de Molina proliferó de una forma extraordinaria fundamentalmente guiado por los comediantes del arte —en un inicio, sobre todo, los italianos, que además «se centraban en el carácter transgresor del personaje, evitaban la seriedad del discurso teológico y acentuaban los elementos cómicos»—, en España se le prestó muy poca atención. Solo hay cuatro versiones y dos de ellas, apunta Carmen Becerra, las de Alonso de Córdova y Antonio de Zamora, son prácticamente desconocidas para el público en general e incluso poco atendidas por la crítica y los medios académicos.

No sabe si por su altura literaria, pero la profesora se queda, sí por su carácter auroral, con El burlador de Sevilla de Tirso, la obra, recalca, que «origina toda la inmensa familia de donjuanes, que se extiende por todo el mundo. Porque, no es una exageración, hay miles de versiones distintas de Don Juan, en todos los géneros, en todos los tiempos, en todos los estilos y en todas las artes, porque hay donjuanes en la pintura, la escultura, el cine, el teatro, la ópera…». Tal vez, explica, deba su poder «a la versatilidad de su significación, a que la obra puede ser entendida de muchas maneras, a la difícil determinación de cuál era el objetivo que perseguía el supuesto autor, porque ya se sabe que la de Tirso es una autoría discutida». Se trata de un texto, dice, sobre el que trabajaron un montón de ilustres catedráticos, pero sin embargo no hay una única interpretación. Y no es por ambigüedad, anota Becerra, sino por haber nacido la obra en una España muy contrarreformista; «tal vez por eso crea una gran densidad de significados», concluye.