El puente de Rande y el Golden Gate son a menudo engullidos por un tipo de niebla común en la Bahía de San Francisco y de Vigo. Comportan además el fenómeno del afloramiento
13 sep 2019 . Actualizado a las 13:28 h.La Xunta ha anunciado que en Navidad Rande brillará como el Golden Gate. El alumbrado se sumará a otros parecidos razonables que ya existen entre estas dos obras icónicas de la ingeniería. Además de tener un diseño parecido, aunque uno es atirantado y el otro colgante, ambos puentes son a menudo engullidos por un manto de niebla que genera estampas espectaculares aunque dificulta la circulación.
La nube baja que se forma en la Bahía de San Francisco y en la ría de Vigo aparece como consecuencia de otra coincidencia. La ciudad californiana y la gallega están situadas al oeste de sus respectivos continentes y dan al Pacífico y al Atlántico respectivamente. La situación geográfica permite que el clima sea similar, condicionado en sendos casos por los anticiclones oceánicos, el nuestro es el de las Azores. Son sistemas de altas presiones semipermanentes, que forman parte de la circulación general de la atmósfera. Siempre están situados en la misma posición y solamente se mueven hacia el norte y el sur dependiendo de la época del año. Los anticiclones se alimentan de aire cálido, así que ascienden en latitud en primavera y verano, cuando la radiación solar aumenta.
En el hemisferio boreal los anticiclones giran a favor de las agujas del reloj, favoreciendo que los vientos soplen de componente norte. Esa circulación del aire empuja las aguas superficiales hacia la plataforma oceánica. Para compensar el déficit, aguas profundas emergen hacia la superficie. Este es un fenómeno que se llama afloramiento y que se produce paradójicamente en las costas que bañan a los desiertos de la Tierra. El sistema de afloramiento que afecta a Galicia recorre el noroeste de África, atraviesa Canarias, la costa de Portugal y termina en la costa sur gallega. Otro lugar de nuestro hemisferio donde existe es precisamente California.
Al ser aguas que afloran desde el fondo están muy frías pero ascienden cargadas de nutrientes y se convierten en un reclamo para moluscos, crustáceos y peces, como la sardina. La costa gallega y la californiana pueden presumir de contar con las aguas más productivas del mundo, junto a otras como la de Chile o Sudáfrica, también por la misma razón. Aunque en este aspecto la orografía juega a favor de Galicia. Las rías e islas acentúan el afloramiento de aguas profundas. Esto explica por qué las aguas gallegas son tan ricas.
A menudo, especilamente en ausencia de viento, se ponen en marcha corrientes de aire que se desplazan de mar a tierra para equlibrar la diferencia térmica entre la superficie terrestre y la océanica. El aire entra en contacto con el agua fría, pierde temperatura, se carga de humedad y condensa. Se forman las llamadas nieblas de advección, capaces de comerse Rande y el Golden Gate.