Marta Fernández confiesa el terrible acoso que sufrió durante dos años

Mónica Pérez
M. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Europa Press

El acosador, que llegó a desvelarle a la periodista su identidad real, se hacía llamar El Pájaro Azul

10 sep 2019 . Actualizado a las 14:01 h.

Detrás de las ventajas que supone ser una conocida a través de la televisión, que cada noche se cuela en los hogares de millones de personas, también hay un inquientante peligro: el acoso que sufren algunos famosos por parte de sus admiradores que, en ocasiones, traspasan todos los límites. La última famosa en denunciar esta terrible situación ha sido la periodista Marta Fernández, una de las presentadoras de informativos de Cuatro y que durante un tiempo también condujo Las mañanas. El programa Espejo Público, que presenta Susanna Grisso, desvelaba ayer el infierno que ha vivido la periodista en los últimos años por culpa del un acosador que se hacía llamar El Pájaro Azul. 

«El acoso comienza de una manera en que es imposible de detectar. Un individuo comienza a escribirme a través de las redes sociales. Eran mensajes raros, pero no preocupantes», comienza el testimonio de Marta Fernández. «De repente me asusté cuando un día me envía una carta a mi domicilio particular con número de portal, piso y letra», recuerda. Presa del miedo, la periodista no entiende nada porque «lo más alucinante es que mi acosador se identificaba. Había plasmado de su puño y letra su nombre y su dirección en el remitente». 

Le envió cientos de cartas

Con un contenido «delirante» el acosador identificado como El Pájaro Azul le envió cientos de cartas. «Ojo al abrir», ponía una de ellas. «En aquella mañana en una plaza pintoresca de Madrid, se cruzó ante mí una luna, y ella me miró, que te mire una luna no es muy habitual, y sentí aquella mirada que no puedo olvidar...», proseguía. «Hola, soy El Pájaro Azul, ¿me permites posarme en tu hombro izquierdo para hablar contigo?... ¿Un café?», le proponía en otra de ellas.

La presentadora vio como el acoso iba en aumento incluso cuando le aseguró que vigilaba sus movimientos. «Son muchos los días por los que paso y aunque no consiga verte asomada a tu balcón, noto tu presencia pues mi corazón late cuando estás ahí, no te veo pero te siento», le escribía. «No pienses que soy un lunático por escribirte y pasearme por tu plaza esperando a verte para sólo preguntarte si estás recibiendo la correspondencia», le añadía. 

En otra carta le escribió otra inquientante frase: «Te vi salir de tu casa con unas gafas que te tapaban esos ojos que en su día me cautivaron, también recuerdo el día en que bajaste con aquel vestido ajustado que marcaba tu silueta». «Son 15 minutos los que estoy esperando para verte pero son 15 minutos largos, intensos y que me hacen vibrar», confesaba El Pájaro Azul en otra misiva. 

En una de las cartas Marta Fernández llegó a recibir una llave que, según el acosador, era «la llave de mi corazón» que abriría «un candado escondido en un lugar muy bonito de Madrid». «Algún día podamos abrir ese candado y llevarlo a New York a esconderlo en algún lugar que tú sepas y lanzar la llave desde la Estatua de la Libertad», le proponía, acompañando algunas con dibujos que parecían estar hechos por un niño. 

Llegó a amenazar a la pareja de la periodista

Marta Fernández decidió denunciar el caso ante la policía y el hombre, al que tenían identificado porque había escrito su nombre y su dirección en las cartas, tiene una orden de alejamiento tras los dos años que acosó repetidamente a la periodista. En una de sus comunicaciones, incluso llegó a amenazar a la pareja de Marta Fernández. «Dile que nadie tiene propiedad y que incluso hemos podido ser amigos, pero ya es tarde para tenderle la mano a menos que me pida perdón», escribía. 

El infierno vivido por Lara Siscar

El caso de Marta Fernández no es el único que ha ocurrido en los últimos años. Uno de los más recordados es el que sufrió la periodista de TVE Lara Siscar, que tuvo que recurrir en 2015 a la justicia tras recibir insultos y amenazas a través de Facebook. Por este motivo se llegó a detener a dos hombres. A principios del año 2018, Siscar volvió a denunciar que habían usurpado su identidad en las redes sociales. En concreto se trataba de una cuenta falsa con su nombre en Twitter, misma foto de perfil e, incluso, verificada por la red social, que creó una conversación falsa en la que, supuestamente, hablaba mal de otros compañeros de cadena. La periodista colgó una imagen la falsa conversación que con los años ha eliminado, en la que supuestamente, hablaba con el también periodista gallego Xavier Fortes, y aseguraba que, tras su denuncia en Twitter, la cuenta fue cancelada. Además aseguraba que iba a tomar «acciones legales»

«Vivo sabiendo que no va a terminar nunca, que estoy atrapada en Twitter junto a mi acosador», declaró hace unos años en una entrevista que concedió al diario El Mundo