El retraso en ser madre dispara los ciclos de fecundación «in vitro» en Galicia

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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Bajan las inseminaciones y se opta por la FIV, con más tasa de éxito en mayores

10 sep 2019 . Actualizado a las 11:58 h.

El Ministerio de Sanidad prepara un Real Decreto por el que creará un registro nacional de donantes en materia de reproducción humana, es decir, de óvulos y semen, además de otros de actividad y resultados de los centros que realizan estos servicios. Para ello ha sacado a consulta pública el documento, al que los particulares y organizaciones afectadas podrán presentar alegaciones hasta el 28 de septiembre. Y es que la mayor regulación de esta actividad cobra importancia si se tiene en cuenta que cada vez más familias recurren a estos métodos.

El retraso en la maternidad no solo provoca un aumento de los ciclos que se realizan en Galicia de procesos de reproducción asistida, sino que incluso cambia el modelo. Si hace unos años la inseminación artificial -más recomendado en mujeres jóvenes- era una opción a la que recurrían cuatro de cada diez mujeres con problemas de fertilidad, en solo tres años esta opción baja a menos del 25 %, y la mayoría se someten a procesos de fecundación in vitro (FIV).

 

Desde el 2014 y hasta el 2017, según los datos que acaba de hacer públicos el Ministerio de Sanidad, los ciclos de FIV han crecido en la comunidad gallega más de un 24 % y los de inseminación cayeron un 35 %. En el 2017 los centros privados y servicios públicos -dos, el Chuac y el Chuvi- que trabajan en Galicia realizaron 4.507 ciclos de fecundación, mientras que de inseminación fueron solo 1.493.

La tendencia es general en España, porque el retraso en la maternidad es común. De hecho, la Sociedad Española de Fertilidad establece que la edad de la mujer condiciona el éxito de la fertilización in vitro, «obteniéndose buenos resultados hasta los 39 años, aunque a partir los 35 años los resultados son algo inferiores».

 En toda España se realizaron en el 2017 más de 140.000 ciclos de distintos tipos de FIV, frente a menos de 35.000 inseminaciones. De estas últimas, la mayoría, 22.199, son con semen del cónyuge, mientras que el resto se realizan con semen de donante, bien porque la mujer afronta la maternidad en solitario o porque el varón presenta problemas de fertilidad. Que se hagan ciclos no quiere decir que los embarazos prosperen. Por ejemplo, de los casi 141.000 ciclos de FIV, solo se registraron 33.640 nacimientos. ¿Por qué? Hay distintas fases en las que se frustra este proceso, pero la principal está entre la transferencia y la gestación. Se producen casi cien mil transferencias de óvulos a la mujer, pero solo 40.807 acaban en embarazo.

Casi 15.000 de otros países

Uno de los datos más llamativos del informe de la Sociedad Española de Fertilidad es el elevado número de pacientes de otros países que realizan en España ciclos de reproducción asistida. En muchos casos lo hacen debido al coste económico, en otros a la cercanía o a que en su país no están permitidas las técnicas. Casi quince mil mujeres extranjeras acudieron a centros españoles en el 2017, la mitad de ellas de Francia y el 22 % de Italia. El resto de países presentan cifras muy inferiores.