Protestas por la apertura del primer hipermercado solo con cajas de autopago en Francia

M. P. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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La cadena Geánt Casino ha sido la primera en eliminar el personal de cobro completamente

26 ago 2019 . Actualizado a las 16:29 h.

En los últimos años muchos hipermercados en España han incluido de forma paulatina algunas cajas automáticas en las que el cliente pasa los productos que lleva por un lector de códigos de barras, embolsa y paga el mismo en un cajero automático. Pese a la reticencia de algunos clientes, otros finalmente se han acostumbrado a usarlas. Se pierde el trato personal con el cliente, pero también se gana tiempo. Y la empresa, por supuesto, ahorra personal. Nada que ver con las tiendas de toda la vida, donde el cliente es mimado por un vendedor que se esfuerza por conocer sus gustos y cuyo trato es casi familiar. 

Pero la situación no ha llegado a lo ocurrido en las últimas horas en Francia, donde la apertura del primer hipermercado sin personal en las cajas, con todos los terminales de autopago, ha desatado fuertes protestas. Ha ocurrido en Angers, una ciudad situada en la región de Países del Loira con más de 150.000 habitantes. Se trata de un establecimiento de Géant Casino, que a partir de las doce y media del mediodía, retiró al personal de sus cajas y conminó ayer domingo a sus clientes a pasar por las cajas de autocobro. 

Y ahí se desató el caos. Los clientes que hacían la compra vieron como pagar sus artículos se convertía en una verdadera odisea. Unos 200 manifestantes, entre los que había sindicalistas y los famosos chalecos amarrillos, irrumpieron en el supermercado para protestar contra una medida que consideran abusiva. No solo el personal de apoyo en las cajas automáticas (para ayudar a los clientes no familiariazos con este nuevo sistema) y los responsables de Géant Casino recibieron la ira de sus protestas, también los clientes, a los que acusaban de ser cómplices de la pérdida de empleos. «Usted tiene la responsabilidad, son cómplices», le gritaban a uno de los clientes, segúnr recoge el diario Le Parisien