Le castigan sin móvil y se hace viral por tuitear desde la nevera

Antía S. Aguado / C. R. LA VOZ

SOCIEDAD

César Rodríguez

La madre no pudo llegar a imaginarse el siguiente movimiento de la joven. El frigorífico se convirtió en su nuevo aliado

14 ago 2019 . Actualizado a las 17:02 h.

An icon. Así describe Twitter a esta joven de 15 años. El por qué, no deja de ser llamativo. Castigada sin poder usar sus dispositivos electrónicos, tuvo que poner en funcionamiento su lado más ingenioso para no dejar atrás su cuenta en la red social. Conocida como Dorothy, desarrolló las técnicas más innovadoras para no perder a sus seguidores. Y es que, esta joven, va un paso por delante del resto.

Fan de Ariana Grande, la primera herramienta que encontró fue su antigua Nintendo DS. Sin embargo, la jugada no terminó como la joven pudo esperar. La madre descubrió el primer intento de contacto de Dorothy con los seguidores de la army de la cantante estadounidense. Desde la propia cuenta, contaba ella misma los hechos: «He visto que Dorothy ha estado usando Twitter en su Nintendo». Estas palabras, además de estar acompañadas por una fotografía de la consola con la cuenta de la red social abierta, se le unía una pequeña 'amenaza'. «Esta cuenta será cerrada». Unas palabras que quedaron en saco roto.

Lejos de conformarse con el castigo, y su posterior cazada, la joven prosiguió en la búsqueda. Su siguiente paso, fue otra consola. Esta vez, una WiiU. En una fotografía hacía llegar a sus seguidores la última hora de su situación. «Gracias a todos por el apoyo y el cariño», se puede apreciar en ella.

Para entonces, sus persistentes intentos por seguir publicando en Twitter ya circulaban por la plataforma. Miles de personas se hacían eco de ello, acompañando sus mensajes con la etiqueta #FreeDorothy. Tanta fue la difusión que la propia red social se sumó a esa iniciativa.

Encontrar su teléfono móvil, fue en vano. Y, aunque su madre decidió, aparentemente, confiscar todos los dispositivos electrónicos que la niña tuviera al alcance, no pudo llegar a imaginarse el siguiente movimiento de su hija. La opción más surrealista apareció delante de la joven. Presente en todo momento en una estancia de su casa, cayó en la cuenta del diferente uso que podía darle al aparato. Vivimos en la época por excelencia de los dispositivos inteligentes. Y no resultó muy difícil localizar uno en su cocina: el frigorífico. Conectado a través de la red WiFi, se vincula, directamente, con el smartphone, y, además, posee conexión a Internet por su cuenta. «Estoy hablándole a mi frigorífico, qué demonios», contaba Dorothy. A falta de móvil, buena es una nevera.