«Está bien recordar los orígenes del feminismo a quienes no los conocen»

b. pallas REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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Netflix acaba de estrenar la cuarta temporada de «Las Chicas del Cable»

12 ago 2019 . Actualizado a las 11:44 h.

En 1931, la llegada de la República y la lucha por la igualdad serán el trasfondo sobre el cual se desarrollará la cuarta temporada de Las chicas del cable, que este viernes se estrena en Netflix. Un año después de la explosión en la compañía telefónica, las cosas no serán fáciles para sus protagonistas, como adelantan las actrices Blanca Suárez (Lidia) y Ángela Cremonte (Elisa).

-¿Qué cabe esperar de la cuarta temporada después de la explosión?

-[Ángela Cremonte] Nuestras dos palabras clave para definirla son fuerte y flipante. Es una temporada muy potente, que estará cargada de acontecimientos. Aunque el primer capítulo es como una declaración de intenciones en el que todo se asienta, después todo eso se va a trastabillar, habrá muchos problemas y mucha intensidad. Está demostrado que en Las chicas... cualquier cosa es susceptible de complicación y en esta temporada va a haber muchas. 

-¿Y cómo de fuerte será el vínculo de las chicas frente a las adversidades?

-[Blanca Suárez] Ellas son familia, están unidas, aunque tienen sus más y sus menos. Si ya en las otras temporadas había momentos de absoluta unión, en esta ocurre algo muy fuerte y serán una familia que tiene que salvarse el pellejo las unas a las otras.

-¿Cómo va a influir el nuevo contexto social de los años 30?

-[A. C.] Es un marco que acompaña, pero sobre todo va a tener influencia en el personaje de Carlota, porque su trama es la más política e incluso va a querer acceder a la alcaldía. El resto tiene más que ver con las relaciones entre los personajes en un thriller misterioso.

-¿Mirar hacia atrás, a los orígenes del feminismo, es una aportación oportuna en el momento de contestación actual?

-[B. S.] Las chicas del cable es una serie a la que siguen un amplio rango de edades y personas, pero sobre todo mucha gente joven, muchas chicas que quizás no conocen cómo empezó todo esto y se ven de repente envueltas en una puesta sobre la mesa muy fuerte por la igualdad y los derechos de la mujer. Está bien recordarles que hace muchos años nuestras abuelas empezaron con todo esto y una forma de hacerlo a través de Las chicas del cable. No es que la serie aporte solamente esto. Es una ficción que aporta entretenimiento y sentimientos al público que la sigue, pero en ese sentido les ofrece una visión de cómo podría haber empezado todo.

-¿Qué visión tienen de sus personajes tras cuatro temporadas?

-[A. C.] La complejidad de Elisa es que es un personaje muy variable. Es difícil para mí entenderla, porque no es muy equilibrada. Las temperaturas emocionales que maneja cuando entra en crisis son extremas y eso es un reto, pero a veces complicado.

No como otros personajes más normales, si es que la palabra normal sirve para definir algo.

-[B. S.] Para mí Lidia ha supuesto muchas cosas. Es complicado determinarlas porque en cuatro años no me he sentado a ordenar y poner nombre a cada cosa que me ha aportado. Me ha enseñado honestidad y a aceptar las dudas. Es un personaje que ha vacilado, pero ha sido muy honesto con lo que ha sentido.