50 años después de ordenar la muerte de 7 personas, el interés sobre su figura perdura
09 ago 2019 . Actualizado a las 08:43 h.La noche del 8 de agosto del 1969 supuso el fin de una era en los Estados Unidos. La década de los 60, protagonizada por la guerra de Vietnam, los hippies y la revolución sexual o los conflictos raciales, llegó a su fin con un acontecimiento sangriento y un claro protagonista: Charles Manson. El famoso criminal y líder de una secta ordenó a cuatro de sus seguidores el asesinato de la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski. Junto con Tate, embarazada de casi nueve meses en el momento del crimen, otras cuatro personas perdieron la vida a manos de los fieles de Manson en el domicilio angelino de la artista. Cincuenta años después, el suceso y la mente que ideó los crímenes continúan despertando interés.
Al día siguiente del asesinato de Tate, Manson, esta vez presente en el lugar de los hechos, convenció a sus seguidores para que le asestaran 41 puñaladas a otras dos personas. Elevando, así, a 7 la cifra total de fallecidos.
Después de 20 años investigando todos estos hechos, el periodista Tom O’Neill viene de publicar Manson. La historia real, un libro que cuestiona la versión oficial del fiscal del caso, Vicent Bugliosi, narrada en la obra Helter Skelter. El próximo 28 de agosto, otro texto sobre el criminal norteamericano, fallecido en 2017 por causas naturales, verá la luz: El expiador. Vida y obras de Charles Manson, escrito por el filósofo y antropólogo Iñaki Domínguez.
El audiovisual tampoco olvida a Manson. Dentro de seis días, se estrena en España la esperada novena película de Quentin Tarantino: Érase una vez en... Hollywood. Protagonizada por Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie, el film rememora la matanza de agosto del 1969. Por otra parte, la segunda temporada de la serie Mindhunter, original de Netflix, tendrá a Manson como uno de sus criminales protagonistas. La serie de David Fincher se estrenará el próximo 16 de agosto. Charles Manson vuelve a ser el criminal de moda.