España registra 4.000 casos anuales de asma infantil por la contaminación

Andrea Presedo
andrea presedo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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Uno de cada tres diagnósticos de esta enfermedad son por la polución en ciudades

17 sep 2019 . Actualizado a las 19:52 h.

Respirar aire puro, toda una quimera para los tiempos que corren. Así lo indican los estudios más recientes sobre contaminación atmosférica que relacionan diferentes patologías con la polución en núcleos urbanos. «Hemos demostrado que un tercio de los nuevos casos de asma infantil que se diagnostican cada año -200.000- están relacionados con la contaminación del aire, sobre todo con las partículas de PM 2.5», explica Mark Nieuwenhuijsen, uno de los autores del estudio sobre contaminación y asma infantil, además de director del programa de Contaminación Atmosférica y Entorno Urbano de ISGlobal, centro impulsado por ‘la Caixa’.

Reducir la polución evitaría 69.000 casos anuales de asma infantil en Europa

Las grandes ciudades concentran los niveles más altos de polución, pero los datos apuntan a que los grandes picos de PM 2.5 salen de «las emisiones de los coches», aunque también se localiza en la calefacción, en las industrias y en los barcos. El estudio en el que participa Mark se basa en los datos de 63 millones de niños diagnosticados de asma en un total de 18 países europeos, entre los que se encuentra España. «Los niveles de contaminación aquí son de los más altos», advierte. Como ejemplo pone que el «tráfico de Barcelona es cuatro veces mayor que el de Londres», por lo que las emisiones de coches se cuadriplican. Sin ir más lejos, este país registra cada año 14.000 casos nuevos de asma infantil por contaminación.

Las conclusiones del estudio van más allá, estimando cuántos de estos diagnósticos se podrían evitar si las ciudades siguieran las recomendaciones de la OMS en cuanto a niveles de polución atmosférica. Hasta 66.600 si se redujese la contaminación por PM 2.5 y 2.400 en el caso del dióxido de nitrógeno (NO2). Madrid y Barcelona son, precisamente, dos urbes que se enfrentan a una multa por parte de la Unión Europea por superar con creces los límites de contaminación permitidos.

En una segunda línea de investigación estiman que si las ciudades regresaran a los mínimos históricos de emisiones contaminantes se podrían evitar 190.000 casos por PM 2.5, 135.000 por NO2 y 89.000 por carbono negro.

«El análisis mostró que, si bien cumplir con las recomendaciones de la OMS para PM2.5 implicaría una reducción significativa del asma infantil, no es el caso con NO2, donde solo se podrían prevenir el 0,4 %», explica otro de los investigadores del estudio, David Rojas-Rueda. Piden, por tanto, que se revisen los valores de NO2 para que las recomendaciones sean «más apropiados para la salud de niños y niñas».

Efectos sobre la salud

«Tenemos que hacer algo ya. No solo por lo casos de asma, sino por las múltiples dolencias derivadas de la contaminación», sentencia el investigador. La polución puede llegar a ser muy perjudicial para el desarrollo de los niños, afectando, entre otros, al «peso de nacimiento, el crecimiento durante los primeros años y la mortalidad prematura». Además, varios estudios confirman también la relación de los contaminantes con la aparición de enfermedades cardiovasculares y alérgicas como «la rinitis alérgica y el eccema atópico», explica Ángel López-Silvarrey Varela, que participó en un estudio promovido por la Fundación María José Jove sobre la polución en siete ciudades españolas -entre ellas A Coruña- y su relación con diversas patologías.

Medidas inmediatas

Urge actuar con rapidez para evitar que aumenten los niveles de contaminación. Para Nieuwenhuijsen, lo principal es «reducir las emisiones de los coches». Para ello, lo más sencillo es «disminuir la cantidad de coches circulando en las ciudades» o utilizar vehículos eléctricos. «Hay que apostar por las energías renovables», dice. A nivel doméstico, «las cocinas eléctricas contamina muchísimo menos», añade.

Señala que en el sur de Europa los niveles de contaminación son más altos porque, entre otros factores, «las ciudades tienen una población más densa».