«Sigo pintando con pluma de galiña»

SOCIEDAD

ANA GARCIA

Francisco Xosé Gorín es a sus 35 años el relevo generacional de la tradición oleira de Buño, un pueblo que supo adaptarse a los nuevos tiempos, pero siempre apostando por su legado, que lo hace único

31 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Xosé Gorín Moreira representa a sus 35 años y con el recién creado Obradoiro Gorín el futuro del oficio de oleiro en Buño (Malpica), pues pese a tratarse del pueblo de Galicia con mayor cantidad de artesanos en activo, la mayoría pasan de los 40 años de edad, estando muchos, incluso, cerca de la jubilación. A principios de este año decidió retomar en esta localidad coruñesa el trabajo que ya desde pequeño le entusiasmó. Todavía recuerda la primera pieza que le vendió a un cliente con tan solo siete u ocho años: «Un boneco dun porquiño». «Son a terceira xeración de oleiros da miña familia», dice con orgullo. Fue precisamente la muerte de su padre, Antonio, el que fue su maestro y jefe de trabajo desde la adolescencia, lo que lo apartó del oficio durante «uns trece ou catorce anos»: «Facíaseme psicoloxicamente moi duro estar no taller e ver o seu torno baleiro». Pero gracias a la ayuda de su mujer, volvió a practicar lo que más lo relaja, lo enorgullece y lo satisface «do mundo», asegura.

ANA GARCIA

Todas las mañanas, lo primero que hace al levantarse es inspirarse, «tomar ideas, non copiar», aclara, para empezar a darle forma al barro. Y, si el resultado le convence, realiza una tirada de piezas con la misma temática. «O que máis se demanda agora son os artigos de decoración, como as macetas, por exemplo. E eu fágoos en liñas modernas, pero con trazos tradicionais», explica. Ejemplo de ello es que sigue pintando sus creaciones con pluma de gallina: «Son medio romántico», dice. Esta tarea alarga el proceso pero, a la vez, «dálle valor», reafirma. Y es que, como él recuerda, aunque los orígenes de la olería de Buño estuvieron en las piezas de mesa, «para sobrevivir haise que adaptar ós tempos», exclama. Así es que ya trabaja en innovar elaborando vajillas de gres «impermeables e máis manexables para o día a día», así como en la creación de una página web para que «a olería de Buño, distinta ás demais, chegue a boa parte do estranxeiro», reza.

ANA GARCIA

Vienen días de exaltación de esta ancestral artesanía con la celebración de la Mostra, fiesta que año tras año exhibe el potencial de esta villa. Comienza mañana mismo y se extenderá hasta el domingo, incluido. Será especial para Fran que, por vez primera, tendrá su stand de venta, con ansias de dar a conocer su producción «única», como la de cada uno de los oleiros de Buño. Anima a todo el mundo a acercarse: «É a mellor oportunidade para ver os novos modelos deseñados. Ademais, é ao aire libre, nunha rúa cortada ao tráfico, con obradoiros e distintas actividades durante todas as xornadas». No obstante, como recuerda el testigo de la conocida familia Gorín, esta parroquia del Concello de Malpica no solo vive cuatro días, sino todo un año. Además de la decena de talleres de elaboración de obras, hay otras tantas tiendas con infinitas colecciones «para botar o día», además del Ecomuseo Forno do Forte y otros dos lugares de cocedura tradicional restaurados, en los que regresar a una época esplendorosa. En este sentido, cree que se debería de «promocionar máis» el arte cultural de Buño.

ANA GARCIA

Cinco minutos

Es el tiempo que le lleva crear una pieza en el torno, esto es, darle forma al barro

Media hora

Es lo que tarda en arreglarla, decorarla y cocerla