Retiran en Portugal el anuncio de una carnicería que usaba a una mujer en bikini para las ofertas
SOCIEDAD
Los dueños de la carnicería se han disculpado a través de Facebook, alegando que con el cartel querían hacer alusión «al verano y no a la carne»
16 jul 2019 . Actualizado a las 20:34 h.La imagen de una joven en bikini con el reclamo «muslos de pollo» y «ternera blanca para asar», elegido por una carnicería del norte de Portugal para aumentar sus ventas veraniegas, ha desatado una polémica que ha provocado la retirada de la publicidad tras las quejas de asociaciones civiles, tal y como avanza la agencia Efe.
Ante la avalancha de críticas, la carnicería pidió disculpas en un comunicado de su página oficial de Facebook, en el que alega que las fotografías, que muestran a una joven en bikini mirando el mar con anuncios sobre ternera, pollo y ofertas de costillas, hacía alusión «al verano y no a la carne».
El establecimiento retiró las imágenes de sus escaparates después de que el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) se quejase a la Comisión de Igualdad de Género por considerar que se trataba de un ejemplo de «publicidad subliminal» y una de las «cuestionables prácticas» que se usan en el mercado para vender, explicó Sandra Benfica, miembro de la dirección de la organización.
Para ella esta práctica «viola la dignidad humana» y no muestra la igualdad entre hombres y mujeres, principios estructurales de la publicidad que «no se cumplen en este caso». En particular, la propaganda violaría un artículo del Código de la Publicidad portugués que prohíbe cualquier tipo de promoción que atente contra la dignidad de las personas y contenga discriminación por «origen, lengua, religión o sexo».
El caso ha llegado a las redes, donde algunos internautas opinan que la «malicia está en los ojos que ven» y otros se muestran claramente indignados. «Que pongan la cara del propietario de la empresa y anuncien cerdo para asar a la parrilla», sugiere una de las usuarias.
Tras la denuncia presentada por el MDM, la Comisión de Igualdad tendrá que decidir si se trata de una publicidad discriminatoria o de mal gusto y si se ajusta a la legislación lusa.