Una anomalía inédita desde 1900 está detrás del tiempo en Galicia

SOCIEDAD

MARTINA MISER

La configuración actual de la Oscilación del Atlántico Norte explica el comportamiento del anticiclón de las Azores, que genera una meteorología muy cambiante

18 jul 2019 . Actualizado a las 11:13 h.

Desde hace meses la meteorología en Galicia se ha estado comportando como una auténtica montaña rusa, y durante el período estival el tiempo no está siendo precisamente como uno esperaría. Junio ha sido el más frío de los últimos 22 años y julio mantiene la misma tendencia. Al menos ahora el viento vuelve a soplar del nordés, imprescindible para que haya sol y calor.

El anticiclón de las Azores es el responsable de las condiciones tan cambiantes y de que la comunidad gallega no haya conseguido acumular diez días consecutivos secos y cálidos. Las altas presiones no terminan de situarse donde deberían, al oeste y al norte de la Península.

Uno de los motivos fundamentales que explica la actitud del anticiclón se encuentra en la configuración de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO). «Se trata de un modo de oscilación atmosférico entre las bajas presiones de Islandia y las altas de Azores. El índice caracteriza la diferencia de presión, siendo positivo cuando esta diferencia es superior a la media y negativo al contrario», explica Juan Taboada, meteorólogo y uno de los cuatro autores de Os tempos e o clima de Galicia, la obra definitiva para entender la meteorología gallega

La NAO lleva más de ochenta días en fase negativa, desde mediados del mes de abril, algo que no ocurre desde el año 1900. Estamos, por tanto, ante una anomalía de carácter histórico. «Esto quiere decir que esa diferencia de presión se mantiene por debajo, bien porque el anticiclón haya estado muy debilitado, porque las borrascas atlánticas hayan sido poco profundas o por ambos motivos a la vez. Lo extraño de esta situación es que se prolongue durante tantas semanas, ya que las oscilaciones de la NAO suelen ser bastante rápidas. En Galicia está situación inédita en más de un siglo ayuda a entender las situaciones tan cambiantes que hemos tenido. Al estar tan debilitadas las altas presiones, no se ha conseguido la estabilidad que hubiese sido predominante en esta época», reconoce Taboada.

La fase negativa de la Oscilación del Atlántico Norte tiene también su huella sobre la circulación de la corriente en chorro que lleva casi todo el 2019 circulando con grandes meandros como los de un río. «El Jet Stream ha traído masas de aire muy frío más al sur de lo habitual, haciendo que el anticiclón no acabase de asentarse en su posición natural», confiesa el meteorólogo.

Actualmente, el anticiclón entra en forma de cuña sobre la Península y esto permite que haya cielo despejado, sobre todo en el sur de la comunidad, y temperaturas agradables, especialmente en las provincias de Pontevedra y Ourense. Sin embargo, la presión central sigue con cifras discretas y, por tanto, su influencia no es demasiado intensa. 

Lo que suceda a medio plazo con la NAO determinará en buena medida el tiempo que se puede esperar durante el resto de la estación. «Parece que la situación tiende a normalizarse. Aunque el anticiclón sigue algo más al sur de lo habitual va poco a poco afianzándose y también empiezan a verse algunas borrascas entre Islandia y Escocia. Por tanto, lo previsible es que la NAO pueda pasar a valores positivos en las próximas semanas, tendiendo a normalizarse la situación», asegura Taboada.