«Para los mayores es difícil de entender que la pastilla verde ahora es azul; tanto cambio quiebra la confianza con el médico»

M. O. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

15 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Quienes más sufren los problemas de desabastecimiento de medicamentos son, sin duda los pacientes. Y, con ellos, los médicos de atención primaria, como Jesús Sueiro, vocal de la Asociación Galega de Medicina Familiar, que son quienes tienen que buscar alternativas para que el día a día de los enfermos no se altere demasiado.

-¿Se está notando este problema en las consultas?

-La verdad es que lo sufrimos a diario, por el trastorno que nos causa. A la gente le genera mucho malestar, sobre todo a las personas mayores, porque tienen tratamientos crónicos y están acostumbrados a tomar su pastillita verde a las doce de la mañana y, de repente, la pastilla ya no es verde, es azul, y tampoco es redonda, sino ovalada. No todo el mundo lo vive con la misma tranquilidad. Entonces vienen al médico, generan consultas y todo eso lleva su tiempo, porque tenemos que borrar la medicación, ponerles la otra, explicarles que no pasa nada... La peor manera de tomar un medicamento es con desconfianza, y, de esta forma, se quiebra un poco la confianza en la que se basa la relación entre el médico y el paciente.

-¿Pero es preocupante este desabastecimiento?

-Hay desabastecimiento de medicamentos, pero no estamos en un país del tercer mundo porque siempre hay sustituciones por otros similares o de parecida familia terapéutica. Sí que es verdad que hay algunos casos delicados, como fue un antiarrítmico que sí que es un poco más complicado de sustituir porque no es exactamente igual uno que otro. En este caso era un medicamento con cierta especificidad, pero siempre buscamos la solución.

-Con el valsartán, por ejemplo.

-Sí, eso es más fácil. El valsartán es para la tensión y se puede sustituir por candesartán o ibersartán, cualquiera de la misma familia, y es igual de eficaz. Si uno lo has tolerado bien pues el otro también lo vas a tolerar perfectamente.

-¿Es un problema de dinero?

-Es un problema absurdo y de codicia de las multinacionales farmacéuticas. Lo que quieren es buscar la mayor rentabilidad y a veces desabastecen un país porque en otro le sacan más rendimiento. O porque son medicamentos que no tienen interés comercial para ellos al no ser rentables... Como si no ganasen suficiente dinero, les parece poco y lo dejan de fabricar.

-Pero alguna solución tendrán que ponerle a esto.

-Es el mundo en el que vivimos. Hace poco comentábamos en una mesa redonda sobre el tema que la Unión Europea debería de regular de algún modo todo esto, porque se hace dentro de los países de la Unión. Habría que presionar a las grandes compañías, pero hoy por hoy mandan sobre los gobiernos. Lo ideal es que haya un poder mayor que pueda poner un poco firmes a las compañías. Esa sería un poco la solución.

-Dicen que en España es donde más baratos son los medicamentos.

-Pues algunos sí y otros no. Yo supongo que por eso hay todos estos problemas, y la industria juega con eso como si fuera un fondo de inversión o un tablero de ajedrez. En países como el nuestro, en los que hay sanidad universal, el Gobierno aprieta los precios y los medicamentos no son tan rentables.

Jesús Sueiro asegura que la situación no es grave, de momento.