«El fallo multiorgánico es la última y mortal consecuencia de un golpe de calor», explica Dolores Tejeiro, médica de urgencias del CHUAC
02 jul 2019 . Actualizado a las 15:57 h.La ola de calor del año 2003 fue una catástrofe ambiental que dejó 70.000 muertos en Europa. Solo en Francia, la cifra oficial se estableció en 14.802 fallecidos. En España durante los meses de junio, julio y agosto de ese año se produjeron 12.963 muertes más que en el mismo período del año anterior. El calor sigue matando.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor es la consecuencia de las altas temperaturas sobre el organismo. Se origina cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40 grados. El organismo humano funciona a unos 37 y es bastante sensible a las variaciones externas. Para ello, dispone de mecanismos que regulan su temperatura, como el sudor, y distribuyen el calor mediante la sangre y lo expulsan hacia el exterior. Cuando se sufre un golpe de calor todos estos mecanismos dejan de funcionar.
¿Cómo prevenirlo?
El Ministerio de Sanidad ha publicado un decálogo. Hay que beber agua con frecuencia aunque no se tenga sed. No abusar de café, alcohol o azúcar ya que pueden provocar más pérdida de líquido corporal. Prestar especial atención a bebés, niños, mayores y enfermos. Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos. Evitar la práctica de deporte en las horas más calurosas del día (entre las 12:00 y las 17:00). Usar ropa que deje transpirar y hacer comidas ligeras con frutas, verduras y zumos. Mantener las medicinas en un lugar fresco. Consultar al médico ante síntomas relacionados con las altas temperaturas. No dejar a nadie en coches cerrados.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
Lo primero que hay que hacer es llamar al 061. Hay que poner a la persona a la sombra y en un lugar fresco, desvestirla si es posible e intentar enfriarla con paños, toallas mojadas o hielo en la frente, axilas y la zona de las ingles. Es importante también poner al enfermo en una posición lateral de seguridad (acostado de lado y con piernas flexionadas).
¿A quién hay que prestar especial atención?
Las personas más vulnerables de sufrirlo son niños menores de cinco años y personas mayores de 65, sus mecanismos de regulación de la temperatura corporal son menos eficaces y, además, suelen depender de terceras personas para hidratarse. En estos grupos de riesgo también están las mujeres gestantes y los enfermos crónicos.
«El fallo multiorgánico es la última y mortal consecuencia de un golpe de calor»
Dolores Teijeiro, médica adjunta del Servicio de Urgencias del CHUAC, lo tiene claro: «La gente no está nada concienciada de las consecuencias para la salud que pueden tener el calor y el sol».
-¿Cuáles son esas consecuencias?
-Antes de hablar de golpe de calor hay que hablar de patologías inducidas por el calor. Hay unos síntomas previos que es imprescindible que todo el mundo sepa reconocer.
-¿Qué síntomas?
-Lo primero que vas a notar son calambres por debilidad muscular. Después, hablaríamos del síncope por calor que se produce por una vasodilatación generalizada, con su consecuente bajada de tensión. Más tarde pasaríamos al agotamiento por calor con mareos, sudoración, náuseas, vómitos o fiebre. Y, por último, el tan conocido y menos frecuente golpe de calor. Se produce cuando la temperatura es mayor a 30 grados de forma sostenida y, además de todos los síntomas anteriores, el paciente deja de sudar y le baja el nivel de conciencia
-¿Qué pasa después?
-Después de esa vasodilatación generalizada y la bajada de la presión arterial, el riego sanguíneo no llega al cerebro ni a los órganos y se produce un fallo multiorgánico. El golpe de calor es, digamos, el último paso.
-¿Se atienden muchos casos en Galicia?
-Lo que más abunda son esos síntomas anteriores. La gente no le da importancia a que tiene un calambre, a estar un poco mareado... Y siguen al sol. El problema llega cuando los mecanismos de reacción del cuerpo se agotan.