La nueva promoción del MPXA se despide de las aulas por todo lo alto

SOCIEDAD

VÍTOR MEJUTO

El acto de graduación se celebró ayer en el Museo de La Voz de Galicia

23 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«El mundo es vuestro». Así cerró Julio Abalde, el rector de la Universidade da Coruña, el acto de graduación de la segunda promoción del Máster de Producción Xornalística e Audiovisual (MPXA), que organizan la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre y la Fundación Amancio Ortega. Una buena forma de ejemplificar que, cuando se cierra una puerta, otra se abre. Precisamente la situación en la que se encuentran ahora los 29 alumnos de esta titulación. «Las industrias de la comunicación y el audiovisual os esperan y os necesitan», explicaba María José Arrojo, una de las coordinadoras del MPXA.

A lo largo de los ocho meses de duración del curso, los estudiantes recibieron una formación que «es difícil de mejorar porque ya es inmejorable», como calificó Julio Abalde.

Fue un evento lleno de emoción en el que los alumnos estuvieron acompañados de sus familiares, sin los que «nada podría haber sido posible», tal y como se remarcó en el discurso que pronunciaron los dos representantes de los estudiantes: María Guntín y Daniel Suárez. Ellos fueron los encargados de poner en boca de todos lo rápido que pasaron los meses del máster. «Siempre podremos seguir aprendiendo de nuestros fracasos, produciendo historias y escribiendo nuestros destinos», resumió Daniel Suárez.

Por su parte, José Francisco Sánchez, director del MPXA, les pidió a los alumnos que fueran pacientes y constantes: «El prestigio profesional no es algo que se adquiera en dos días, sino en mucho tiempo. Un éxito prematuro suele aniquilar a la gente», comentó. Entre risas pidió que no se quejasen nunca, sino que lo importante era «hacer las cosas con constancia y sin miedo al trabajo».

Durante el acto de graduación, que tuvo lugar en el Museo de La Voz de Galicia, también se impuso la beca de honor al rector. «Sin él no seríamos nada», explicó Sánchez. Se trata del primer año que este máster es oficial, una cuestión que generó múltiples trabas burocráticas que solventaron en conjunto. «Este máster es raro, porque está gestionado por una institución pública y dos fundaciones. Pero yo soy un firme defensor de las rarezas», declaró el rector. Catedrático de Biología, utilizó su campo para ensalzar las virtudes de la titulación: «Los grandes avances de la ciencia surgen de las rarezas. Tenemos que apostar por esta vía».

 Una pequeña gran familia

Para María Guntín uno de los aspectos más reseñables de este curso es que se sintieron como en casa. «Pasamos de ser números en la universidad a personas en este máster», explicó. Se acaba el curso, pero la familia de esta promoción se mantiene unida.