El abogado de La Manada les cree «inocentes» y ve «radical y ejemplarizante» la sentencia

LA VOZ AGENCIAS

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«Yo creo que son inocentes. Hoy hay cinco inocentes en prisión», asevera Agustín Martínez Becerra

21 jun 2019 . Actualizado a las 21:40 h.

Ante la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que revoca la condena a nueve años de cárcel por abuso sexual a una joven en los Sanfermines del 2016 que pesaba sobre cinco de los miembros del grupo de WhatsApp La Manada y les condena a 15 años de prisión por un delito continuado de violación, el abogado defensor de los condenados, Agustín Martínez Becerra, ha considerado que dicha resolución del Supremo es «radical y ejemplarizante», avisando de que «hoy hay cinco inocentes en prisión». Martínez Becerra ha atendido este viernes a los medios de comunicación en Sevilla, a su regreso de Madrid de la vista celebrada en el Tribunal Supremo para dirimir los recursos de casación promovidos contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que, en noviembre del 2018, confirmó la condena inicial de la Audiencia de Navarra a nueve años de prisión para cada uno de los miembros de La Manada, por delito de abuso sexual con prevalimiento en los Sanfermines de Pamplona del 2016.

Tras revocar el Supremo dicha condena inicial y condenar a los acusados a 15 años de prisión por un delito continuado de violación sobre la víctima de los hechos, tal y como solicitaban la víctima y la Fiscalía, Martínez Becerra ha manifestado que siente la «sensación de haber hecho el ridículo o perdido el tiempo» en esa vista, que su juicio era un mero «teatro» porque el Supremo ya tenía previsto dictar «la resolución que todo el mundo esperaba».

«¿Es normal que en una hora se haya resuelto?», ha preguntado retóricamente sobre el tiempo transcurrido entre la finalización de la vista y la difusión del pronunciamiento del Supremo. A colación, ha manifestado que le ha causado «aún más perplejidad» que merced a dicho pronunciamiento, la Audiencia de Navarra haya dictado directamente esta tarde las órdenes de detención e ingreso en prisión para los cinco condenados, que han sido todos arrestados en Sevilla salvo en el caso de Ángel Boza, quien según ha precisado se ha entregado voluntariamente a la Policía.

Detenciones «irracionales»

Y es que las detenciones han sido consumadas, según ha avisado, sin que a los afectados por las mismas les hubiese sido «comunicada» la sentencia del Supremo. «No lo entiendo. Es irracional», se ha quejado, exponiendo que otros abogados han contactado con él y se han mostrado «escandalizados» a cuenta de tal extremo. En cuanto al pronunciamiento en sí del Supremo, Martínez Becerra ha considerado que se trata de «una sentencia condenatoria absolutamente dura, ejemplarizante y radical», lamentando que ante una «situación muy peculiar y muy compleja de valorar» el Supremo haya considerado finalmente a los cinco acusados como autores de un delito continuado de violación.

«Yo creo que son inocentes. Hoy hay cinco inocentes en prisión», ha enfatizado, avisando que en torno a este caso ha mediado «mucha intoxicación y cantidad de noticias inciertas que han ido minando el asunto». «Ellos pensaban que la sentencia iba a quedar exactamente igual», ha admitido además, indicando que su expectativa era que el Supremo confirmase la condena a nueve años que ya pesaba sobre los acusados, porque «era imposible que les absolvieran» dado que con tal extremo habrían «ardido las calles».

Precisamente en ese punto, ha señalado la «alegría» mostrada por muchos políticos ante esta sentencia del Supremo y la «algarabía» de quienes encuentran en la sentencia del TS «lo que querían escuchar» al haberse «rendido» el Tribunal Supremo. «Estoy absolutamente convencido de que son inocentes», ha insistido recordando los años que lleva trabajando en este caso y sin pronunciarse aún sobre si el litigio continuará en el Tribunal Constitucional o en los tribunales europeos, pues tal extremo debe analizarlo aún con los cinco condenados, ya conducidos a la cárcel de Sevilla I.

«¿Qué tenía que hacer la denunciante? Simplemente decir que no»

El abogado de los miembros de La Manada, Agustín Martínez, ha basado buena parte de su intervención ante el Tribunal Supremo en señalar a la víctima y ha descalificar el relato de los hechos que se hizo en la primera sentencia que les condenó a 9 años de cárcel por abuso sexual. «No eran cinco lobos que iban rodeando a una chica. Ella simplemente tenía que decir que no», ha llegado a decir. «Simplemente tenía que decir que no. Claro que no es no. Pero para que sea no, hay que decir no. Intentar gestionar mínimamente una reacción negativa para que desde la otra parte se entienda claramente. Simplemente un gesto o manifestar que no de alguna manera. Nos resulta absolutamente increíble que se hable de gritos de dolor cuando la denunciante dijo que no sintió dolor. Los sonidos que se escuchan son gemidos y jadeos; extraer dolor de eso es un ejercicio inadmisible», ha manifestado el abogado.

Martínez ha comenzado la defensa de su recurso de casación denunciado que sus clientes no han tenido «un jucio justo con todas las garantías» porque «la sociedad dictó sentencia» el 8 de julio del 2016, justo un día después de los hechos. «¿Se puede dictar una sentencia con esa presión? ¿Alguien ha pensado qué pasaría si esta Sala dictara una sentencia absolutoria?», se ha preguntado, tras lo cual ha pedido a los cinco magistrados del tribunal «una resolución justa por más que pueda considerarse por la opinión pública que no es así».

Y a continuación, el letrado ha pasado a cuestionar el relato de hechos de la sentencia de la Audiencia Provincial de Pamplona que después fue ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), desde el momento en que la víctima conoció a los acusados en la calle hasta que todos abandonaron el habitáculo en el que ocurrieron los hechos. A diferencia de la fiscal, Martínez sí cree que los momentos anteriores a que los acusados y la víctima entraron en el portal tienen trascendencia para emitir sentencia, pero en todo momento ha cuestionado la actitud que, según él, tuvo la víctima. Así, se ha preguntado por qué les acompañó, por qué esperó en la puerta del hotel donde entraron a preguntar si tenían habitaciones libres y después junto al portal en el que posteriormente ocurrió todo. Durante ese camino, el abogado ha dicho que la víctima «encabezaba el grupo», ya que iba delante acompañada de dos de los acusados, mientras que los otros tres les seguían detrás, por lo que, recordando el nombre de La Manada con el que se les ha conocido, ha sentenciado que «esto no eran cinco lobos que iban rodeando a una chica».

También ha cuestionado que la víctima besara en la calle a uno de los acusados y que no le sorprendiera que uno de ellos sujetara la puerta del portal para entrar en él. «No le sorprendió porque estaban todos esperando a encontrar un sitio para mantener relaciones sexuales», ha afirmado.

Para el letrado, el relato de hechos de la sentencia sobre lo ocurrido en el portal tampoco «en nada coincide con la realidad de los hechos probados», ya que, en su opinión, la víctima no entró forzada y en todo momento «mantuvo silencio». «Podía haber dicho '¿qué hacemos aquí?'. La reacción lógica. Y no, mantuvo el silencio. Ella no debía sentir ningún miedo o intimidación. Además, había otra escalera que no le impedía salir corriendo», ha resumido.

Y sobre el acto sexual en sí, Martínez cree que no se produjo «ninguno de los elementos de agresión ni de abuso», y para justificar esta afirmación ha recordado que uno de los magistrados de la Audiencia Provincial de Pamplona le preguntó a la víctima «qué manifestación hizo» para que los acusados «supieran que estaba en situación de shock». «Ella contestó: 'yo cerré los ojos y no hice nada'», ha recordado. En su opinión, este es el «nudo gordiano de este procedimiento», ya que con esto la propia víctima reconoció que el hecho de que ella cerrara los ojos lo pudieron interpretar los acusados «como que quería o como que no quería». Para el letrado, «manifestar la oposición y la negativa exige que quede mínimamente claro que no se quieren mantener esas relaciones».

Por todo ello, Martínez cree que los hechos probados de la sentencia deben ser revocados y se ha mostrado más de acuerdo con el relato del «magistrado disidente» de la Audiencia Provincial, Ricardo González, que abogaba por la absolución.