Una asociación francesa denuncia que se implanten válvulas para acceder directamente al estómago de las vacas

La Voz

SOCIEDAD

En el vídeo difundido se puede ver cómo un centro de investigación privado de nutrición experimenta con estos animales. Están a expensas de un comité ético

20 jun 2019 . Actualizado a las 22:03 h.

No son imágenes aptas para cualquier estómago. En un vídeo difundido por la asociación L214 se puede ver a seis vacas que tienen implantada una válvula más grande que una mano humana para poder acceder directamente a su sistema digestivo. Con el contenido audiovisual quieren denunciar prácticas de experimentación con animales. Ocurre en una estación experimental de la empresa de alimentación animal Sanders, en Saint-Symphorien (Francia).

Las imágenes, muy desagradables por momentos, permiten ver cómo los técnicos de la granja tratan a las vacas sin ningún tipo de cariño, empleando fuerza para abrir y cerras las válvulas en repetidas ocasiones. De ellas cogen muestras que luego analizan en el laboratorio. 

Aunque se trata de una técnica que puede resultar desconocida, lo cierto es que se lleva haciendo durante muchos años. En los archivos del Instituto Nacional Audiovisual, un documental de 1970 ya describe esta técnica: «Son un libro abierto sobre los misterios de la génesis de nuestros platos favoritos».

El funcionamiento

Con cuatro bolsas de estómago diferentes, entre las que el rumen funciona como un tanque de fermentación, las vacas tienen una digestión verdaderamente compleja. «Esta investigación favorece la ingesta dietética de los animales, tanto para evitar problemas de salud como para mejorar la calidad de los productos que producen, ya que dependen de la forma en que el alimento se degrada en el rumen», señala Coulon, uno de los investigadores a favor de esta técnica. Además, indican que el estudio también está enfocado a conocer más de cerca las emisiones de metano que producen las vacas y así «limitarlas». 

Límites éticos 

Estas prácticas rozan los límites éticos. Pero la granja francesa no es la única que lleva a cabo estas prácticas. Hay otros laboratorios de investigación que optan por el uso de cánulas en Suiza, Canadá o Estados Unidos. La particularidad del caso francés es que se está llevando a cabo en un centro de investigación privado cuyo propietario, Sanders, es el dueño de 26.000 granjas de alimentos para animales. El diario francés Le Monde contactó con la empresa matriz, Avril, que explicó que estos experimentos están sujetos a la aprobación de un comité ético y cuyo objetivo es «reemplazar estas pruebas por métodos alternativos en el año 2025».