Descubren dos planetas templados con masas similares a la Tierra

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN | LA VOZ

SOCIEDAD

Carmenes

Orbitan alrededor de una estrella relativamente cercana y podrían albergar agua líquida en su superficie

18 jun 2019 . Actualizado a las 12:03 h.

Los astrónomos tienen un nuevo objetivo para la búsqueda de posibles signos de vida más allá de nuestro sistema solar. Y está a tan «solo» 12,5 años luz. Justo ahí se sitúa Teegarden, una de las estrellas enanas rojas más pequeñas que se conocen. Su brillo es 1.500 veces más débil que el de nuestro Sol, con una temperatura 2.600 grados centígrados, por los 5.500 del astro rey. Pero, obviamente, no es ella la protagonista, sino los dos planetas que se han encontrado orbitando a su alededor: Teegarden b y c.

Los dos nuevos cuerpos celestes acaban de ser descubiertos por un equipo internacional, en el que han participado investigadores del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IECC), a través de las observaciones realizadas por el instrumento Carmenes, en Calar Alto, así como por otras instalaciones complementarias de menor tamaño. Los dos planetas tienen masas similares a la Tierra y sus temperaturas podrían ser lo suficientemente templadas como para albergar agua líquida en sus superficies, especialmente el más exterior. Debido a estas características, este tipo de cuerpos celestes son objetivos principales para futuras búsquedas de vida más allá de nuestro sistema solar.

El hallazgo se recoge en un artículo científico, liderado por la Universidad de Göttingen, que se publica en la revista Astronomy & Astrophysics. «Este descubrimiento es un gran éxito para el proyecto Carmenes, que fue diseñado específicamente para buscar planetas alrededor de las estrellas menos masivas», explica Ignasi Ribas, investigador en el IECC y científico que forma parte del proyecto. Los nuevos planetas son el décimo y undécimo en el recuento de los descubrimientos de exoplanetas hechos por Carmenes. Y la búsqueda continúa.

«Los dos planetas pueden ser parte de un sistema más extenso», apunta Stephen Dreizler, de la Universidad de Göettingen y coautor del trabajo. «Las estrellas de muy baja masa parecen tener sistemas planetarios densamente poblados».

El método utilizado para la detección de los planetas es la denominada técnica Doopler. Cuando un planeta orbita una estrella causa un pequeño movimiento reflejo de ida y vuelta. Este movimiento induce un efecto Doppler muy sutil en la luz de las estrellas, que con Carmenes puede medirse con una precisión de un metro por segundo, el equivalente a la velocidad al caminar. O, lo que es lo mismo, 3,6 kilómetros por hora.