Nueva York prohíbe usar la religión como exención para evitar las vacunas

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

CARLO ALLEGRI | REUTERS

El Parlamento local reformó este viernes la ley para intentar contener el brote de sarampión, que afecta principalmente a la comunidad de judíos ultraortodoxos

14 jun 2019 . Actualizado a las 10:13 h.

Los padres no podrán usar la religión en Nueva York para evitar las vacunas. El  Congreso de este Estado eliminó este viernes la exención que permitía a los neoyorquinos no vacunarse aludiendo a sus creencias. Es la la respuesta política al actual brote de sarampión que sufre la zona, que afecta principalmente a una comunidad de ultraortodoxos judíos. El senador Brad Hoylman, que patrocinó la reforma que elimina esa parte, aseguró que con su aprobación, las dos cámaras legislativas «protegen al vulnerable y defienden la ciencia».

«Esta ley salvará vidas», afirmó el legislador Jeff Dinowitz, después de que la nueva normativa fuera aprobada en el Congreso por 77 votos a favor y 55 en contra. El pasado 30 de mayo, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), informaron de que los casos de sarampión en Estados Unidos siguen aumentando y alcanzan ya los 971 en lo que va de año, la mayor cifra en el país desde hace 27 años.

La ciudad de Nueva York es una de las zonas más afectadas con unos 550 casos reportados desde septiembre del año pasado, en especial en Brooklyn y Queens, donde se han suministrado más de 25.000 vacunas a niños y adolescentes.

En el caso del estado de Nueva York, los dos brotes se concentran en comunidades judías ultraortodoxas, una en el distrito de Brooklyn y otra en el condado de Rockland, a las afueras de la ciudad. Entre las comunidades ultraortodoxas de Brooklyn existe un debate entre quienes defienden las inoculaciones y quienes las rechazan.

Las autoridades han cerrado en este barrio neoyorquino siete escuelas judías por no haber cumplido la orden de no aceptar niños que hayan sido inmunizados contra el sarampión, una decisión tomada para intentar frenar su expansión.

El 9 de abril se declaró el estado de emergencia en las zonas donde se concentran los casos en Nueva York y se emitió una orden para que adultos y niños de más de seis años se vacunaran en un período de 48 horas. Salud advirtió de que en caso de no cumplir con dicha orden se emitirían citaciones y las personas que se resistan a vacunarse serían multadas con hasta mil dólares.