«Mi hijo ha regalado vida, su muerte ha salvado a otros niños»

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN /LA VOZ

SOCIEDAD

Paciente infantil
Paciente infantil

La donación pediátrica permitió 1.309 trasplantes desde el 2010

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca podrá olvidar la muerte de su hija, aunque le queda un enorme consuelo. Su niña, un bebé de cinco meses y medio, sufrió un atragantamiento. La llevaron a un hospital, estuvo 35 minutos en parada respiratoria, pero «no pudieron hacer mucho más por ella». «Estuvo tres días en el hospital y nos dijeron que tenía muerte cerebral y que, tarde o temprano, era inminente que falleciera», explica María, un nombre ficticio. Aunque prefiere mantener su identidad en el anonimato, sí quiere contar su historia para que sirva de ejemplo coincidiendo con el Día Nacional del Donante de Órganos, que se celebra hoy.

Los órganos que cedió de su pequeña han salvado a otros niños. «Tanto mi marido como yo -explica- siempre tuvimos muy claro la donación de órganos y, aunque nunca hubiéramos pensado que fueran a ser lo de nuestra hijo, cuando nos lo propusieron no dudamos». Creyeron hasta el último momento en un milagro, en que su bebé pudiera salvarse. No lo hizo. Fue entonces cuando «nos pusimos en la piel del otro, en el de las personas que están esperando un órgano para sus hijos. Nuestro dolor no lo puede cambiar nadie, pero si nuestra hija puede ayudar a alguien, pues siempre te sientes más aliviada».

La misma sensación comparte Antonio, también nombre ficticio. Su hijo murió a los cinco años. «En nuestro caso -relata- desconocíamos por completo el tema de los trasplantes, sobre todo de los infantiles, pero son muy importantes, porque mi hijo ha podido salvar a otros niños. Es muy importante para mi y para él y es el último homenaje que le podíamos hacer. Él, ahora mismo, ha regalado vida, y eso es muy importante, porque creo que él lo desearía y a mi me ha encantado saber que hay niños que se han beneficiado de sus órganos, que estaban mal y que gracias a él han podido salir adelante. Como padre te sientes orgulloso, aunque para nosotros haya sido muy duro».

A Antonio también le satisface saber que gracias a los órganos donados por su hijo otros pequeños podrán «correr, saltar, pintar, se van a reír, jugar... para mi eso es muy gratificante».

Los hijos de María y de Antonio forman parte de los 314 donantes pediátricos, de los que 25 son menores de un año, que se han registrado en España entre el 2010 y mayo del 2019. Gracias a ellos se han podido realizar 1.309 trasplantes pediátricos, en su mayoría renales y hepáticos.

La donación pediátrica de órganos y tejidos es lo que ha permitido, en la mayoría de los casos, dar algún sentido a la enorme pérdida que han sufrido los padres. En muchos casos son ellos los que se adelantan a los coordinadores de trasplantes ofreciéndoles ellos mismos esta opción. Pero, debido a que en España la mortalidad infantil es muy reducida, siguen falta órganos adecuados para el trasplante de los niños.

El Chuac, pionero

Los pequeños en lista de espera para trasplante cardíaco son un ejemplo de la dificultad para acceder a este tipo de terapéutica. Para aumentar sus posibilidades de trasplante, la ONT puso en marcha el pasado año el programa de Trasplante Infantil Cardíaco Incompatible AB0, que ha permitido intervenir hasta la fecha a 6 niños de entre 1 y 2 años. El Complejo Hospitalario Universitario da Coruña (Chuac) es uno de los seis hospitales españoles que participan en el programa.