Nieves R. Brisaboa: «En Informática no solo no existe el paro, sino que las empresas vienen a llevarnos alumnos de segundo de carrera»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN | LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

La catedrática de la Universidade da Coruña, que acaba de ganar el Premio Nacional de Informática, asegura que el estereotipo del hacker friki es «completamente falsa» y anima a las mujeres a estudiar una carrera con presente y futuro

06 nov 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

Nieves R. Brisaboa (A Coruña, 1957) tenía una vocación y una profesión. Había estudiado Psicología y trabajó durante dos años en Madrid como profesora de educación especial. En ese momento, en 1985, decidió regresar a Galicia para presentarse a las oposiciones y seguir consolidando su carrera. Hasta que la informática se cruzó en su camino. Ese año abría en A Coruña la Facultad de Informática y no se lo pensó dos veces. Pidió el cese como maestra y renunció a las oposiciones para matricularse en algo absolutamente nuevo para ella.

«En ese momento -dice- pensé que podría ser una carrera tremendamente atractiva». Y no se equivocó. Es catedrática de Lenguajes y Sistemas Informáticos en la UDC y una de las referentes mundiales en gestión de datos, con 88 artículos científicos, 81 proyectos de I+D+i, tres patentes y la creación de dos empresas surgidas de sus investigaciones. Un trabajo que ahora se ha visto reconocido con el Premio Nacional de Informática en la categoría Ángela Ruiz Robles. El jurado también reconoció sus iniciativas en los campos de transferencia de conocimiento y colaboración con las empresas. Es el segundo año consecutivo en la que un profesor de la Facultad de Informática de la UDC obtiene este galardón. En la edición anterior le correspondió al catedrático Ramón Doallo, mientras que el alumno David Vilares Calvo obtuvo uno de los premios a los nuevos investigadores informáticos. «Esto demuestra -asegura Brisaboa- la calidad de la Facultad de Ingeniería Informática de A Coruña y la calidad de la investigación que aquí se hace».

-El premio reconoce, entre otras cuestiones, su innovador trabajo en gestión de datos. ¿Se confirma que el Big data es el futuro?

-Efectivamente. Nosotros trabajamos ahora en estructuras de datos compactas y autoindexadas. Son fundamentales en el mundo del Big data porque permiten tratar los datos de forma más eficiente que con la tecnología convencional de bases de datos, que es en la que he venido trabajando en los últimos 25 años desde el grupo de investigación que dirijo, que se llama Laboratorio de Bases de Datos, a quien les agradezco este premio por el trabajo que hemos hecho. Desde el laboratorio hemos desarrollado muchísimos sistemas de información basados en la utilización de datos complejos, esta ha sido nuestra línea de investigación siempre. Hemos hecho sistemas de información geográfica, sistemas de bibliotecas digitales -por ejemplo la Biblioteca Virtual Gallega, que es de un uso muy extenso en las escuelas, la hicimos nosotros-, hemos hecho sistemas de información geográfica para la Diputación da Coruña... Entonces, como teníamos capacidad para desarrollar sistemas de información complejos creamos empresas de base tecnológica precisamente para explotar nuestras especiales capacidades en este campo.

-Dentro de este campo, ¿en qué se centran ahora?

-Más recientemente lo que estamos haciendo es el desarrollo de estructuras de datos compactas y autoindexadas para la representación eficiente de datos. Esta tecnología supone almacenar muchísimos más datos en mucho menos espacio, pero sobre todo supone desarrollar algoritmos que procesan esos datos de forma mucho más eficiente. Y esto es fundamental en el mundo Big data.

-¿Podría decirse que están abriendo un campo nuevo?

-Efectivamente estamos abriendo un campo nuevo en el que nosotros somos referencia internacional. Se trata de una investigación de momento más teórica, pero también con mucho más recorrido en este mundo del Big data, en el que el poder almacenar y procesar eficientemente grandes cantidades de datos es fundamental para poder lidiar con las grandes cantidades de información que se generan hoy en día a través de las redes sociales, del Internet de las cosas, de los dispositivos conectados…

-¿Tendrá también una aplicación directa?

-Aunque la investigación es teórica va a tener aplicación en una cantidad de campos enorme. Por ejemplo, estas estructuras nuestras se están utilizando mucho en el procesamiento de secuencias biológicas, como es el caso del ADN. El ADN en sí mismo es un Big data, porque son grandes secuencias de datos que para procesarlas hay que recurrir a esta tecnología nueva de las estructuras de datos compactas.

-Su investigación, ¿cuántas empresas ha permitido generar?

-Hemos generado desde el grupo de investigación dos empresas que son participadas por todos los miembros del laboratorio y que ahora son ya empresas autónomas que lidian en el mercado. Y no perdemos la vista de que, quizás en el futuro, con nuevos desarrollos que hagamos, se puedan generar nuevas patentes que den lugar, desde la Universidad, a otras empresas de base tecnológica. Quiero decir con esto que la vocación de nuestro grupo es la investigación aplicada y siempre pensando en la transferencia de tecnología. No solo hemos creado empresas, sino que también hemos colaborado con muchas otras para el desarrollo de aplicaciones innovadoras y tecnológicamente avanzadas.

-Usted también ha desarrollado una herramienta para el comercio electrónico. Ahora que cada vez se hacen más compras en Internet, ¿son seguras?

-Sí, sí claro. Las aplicaciones de comercio electrónico son absolutamente seguras si están bien hechas. Que nadie tenga miedo de comprar a través de una aplicación de comercio electrónico. Yo mismo compro a través de estas plataformas.

-Y quizás solo estemos ante el principio.

-Yo creo que estamos ante un cambio de paradigma porque es muy probable que en el futuro todos paguemos con el móvil. Es decir, que desaparezca el dinero en efectivo y las tarjetas de crédito. Pagaremos todo con aplicaciones móviles, lo que quiere decir que el gran cambio aún está por venir. 

-¿Es realmente como se dice e Ingeniería Informática es una carrera en la que no existe el paro?

-En estos momentos las empresas tienen prácticamente imposible conseguir un informático. Es decir, no solamente hay ningún paro en Ingeniería Informática, sino que las empresas tienen que recurrir a matemáticos, a físicos o a cualquier titulado que esté dispuesto a reciclarse en informático. En estos momentos, aunque hubiera un 20 % más de ingenieros informáticos estarían todos contratados. Hay déficit de profesionales cualificados, no solo en España, sino en el mundo en general.

-¿Hasta qué punto?

-No solo no hay paro, sino que cuando los empresarios gallegos necesitan un informático no los encuentran. Incluso vienen a la facultad para contratar a alumnos de 2º, de 3 º o de lo que sea. Y también contratan a profesionales que no son informáticos, como matemáticos o físicos, porque informáticos no hay.

-Hace unos años se redujo el número de alumnos. ¿Se ha recuperado?

-Parece que ha habido un repunte, pero en cualquier caso insuficiente, sobre todo para atender las necesidades que tienen el empresariado gallego.

-Para captar nuevas vocaciones quizás no les ha ayudado el estereotipo del informático friki.

-Hay que hacer un llamamiento para que los estudiantes, en especial las chicas, se animen a estudiar informática, porque realmente es una carrera con mucho futuro en donde se necesitan más mujeres, más hombres y más de todo. Mucho más personal. Y es verdad que muchas veces las chicas no se animan a estudiar informática porque persiste el estereotipo de informático friki, lo que hace que estudiar esta carrera pueda resultar poco atractivo.

-¿Y qué tiene de cierto?

-Es un estereotipo completamente falso. Realmente las personas que se dedican a la ingeniería informática tienen que ser personas muy creativas que se ocupen mucho de los problemas de los demás, de ponerse en sus zapatos, para saber cuáles son sus necesidades y buscarles una solución. Tienen que tener una gran a capacidad de trabajar en equipo, que es algo que las mujeres hacemos muy bien, y ser muy meticulosos. O sea, que las chicas tenemos cualidades estupendas para ser muy buenas ingenieras informáticas. Pero como esto no se sabe, muy pocas chicas se acercan a la carrera y no se dan cuenta de que la informática es un campo de enormes posibilidades para las mujeres.

-También se mantiene la imagen del informático solitario en su sótano.

-Y también es completamente falsa. No se hace ningún sistema informático trabajando solo en un sótano. Solo se hacen trabajando en grandes equipos, entrevistándose mucho con los usuarios para conocer sus necesidades, entendiendo sus problemas y proponiéndoles soluciones creativas. Nada que ver con el estereotipo del hácker friki trabajando en un sótano. Es un estereotipo completamente falso y nos hace mucho daño.

-Es el segundo premio nacional consecutivo de Informática que recibe la facultad de la UDC. ¿Qué interpretación hace?

-Que se demuestra la calidad de esta facultad y la calidad de la investigación que aquí se hace. Aquí se están haciendo bien las cosas. Hay grupos muy potentes, no solamente el de Ramón Doallo y el mío, y no me extrañaría para nada que en los próximos años pudiéramos ampliar todavía más el número de premios nacionales.

-Usted estudió Psicología y trabajaba de maestra de educación infantil. ¿Cómo se convirtió en informática?

-Bueno, yo estudié Psicología en Madrid y trabajé allí en educación especial. Cuando volví a Galicia fue para presentarme a las oposiciones de profesora de educación especial, en el año 1985. Ese año abrían la Facultad de Informática en la Universidade da Coruña y, en ese momento, pensé que podría ser una carrera tremendamente atractiva. Había trabajado dos años como maestra de educación infantil, pero pedí el cese y renuncié a las oposiciones para matricularme en informática.

-¿Se ha arrepentido de su decisión?

-No, no me arrepiento para nada. Me ha ido muy bien.