El Departamento de Comercio estadounidense incluyó a Huawei Technologies y a 68 filiales en más de una veintena de países en una lista de entidades a las que las compañías estadounidenses no pueden adquirir componentes tecnológicos sin permiso del Gobierno de Estados Unidos.
Tras esta medida, Google decidió suspender los negocios con la empresa china que requieran la transferencia de productos de hardware y software, excepto aquellos cubiertos por licencias de código abierto. Asimismo, los fabricantes de microprocesadores Intel, Qualcomm, Xilinx y Broadcom habrían puesto en marcha planes para restringir sus suministros a la compañía china.