Un niño víctima de acoso escolar sobrevive tras tirarse por una ventana

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El pequeño, de 11 años,  se lanzó al vacío desde un cuarto piso. Un coche amortiguó su caída

17 may 2019 . Actualizado a las 07:28 h.

El pasado 7 de abril, en torno a la medianoche, Alex, de 11 años, se encaramó a una de las ventanas de su casa, en Mislata (Valencia), y se dejó caer. Era fin de semana, domingo por la noche. El pequeño y su madre, Sandra, estaban acomodados en el sofá viendo una película cuando la mujer se levantó a tender una lavadora. De repente, notó corriente en la galería y escuchó un fuerte estruendo en la calle, recoge el diario Levante. Llamó a su hijo, pero no recibió respuesta. «Pensaba que me estaba gastando una broma, pero vi la ventana abierta, me asomé y lo reconocí por el pantalón del pijama».

Alex se lanzó desde un cuarto piso, pero un coche, aparcado en un vado al pie del bloque de viviendas, amortiguó milagrosamente la caída y le salvó la vida. El golpe, sin embargo, le dejó importantes secuelas de las que aún se recupera: fracturas en los brazos, un neumotórax y graves contusiones y cortes en cabeza y espalda. ¿Qué le llevó a tirarse? Un auténtico calvario que el pequeño sufre, desde hace meses, en el colegio.

Cursa sexto de Primaria en un centro público. «Una noche me lo contó. No podía más -relata su madre al citado diario-. Insultos, desde asqueroso a moro, vejaciones, lo expulsaron del grupo de WhatsApp que tienen los alumnos de clase...». «No quería ir a clase, fingía estar enfermo, incluso de la tensión estuvo enfermo varias veces», continúa. Sandra se puso en contacto con el director del centro, le informó de la situación y le pidió que se tomaran medidas. La respuesta del CEIP no le convenció: «Me aseguró que se activaría un protocolo, pero después de las vacaciones». Era febrero.

Los padres de Alex lamentan que el colegio se centrase únicamente en los resultados académicos de su hijo, que había bajado su rendimiento, y no en el acoso que este sufría a diario. Aseguran que incluso llegaron a sentarlo junto a los supuestos hostigadores de los ataques. «Me sentía abandonado», reconoció el menor al Levante

La Consellería de Educación ha confirmado que a principios de abril la Unidad de Atención e Intervención de València del Previ activó una actuación de acompañamiento por el caso, en la que intervino el equipo directivo, la inspección educativa, la tutora, el orientador del centro y los expertos de la unidad. Al parecer, en contra de lo que opinan los padres, que insisten en que la dirección del centro no actuó a tiempo de evitar este intento de suicidio, el protocolo que corresponde en estos casos sí se había puesto en marcha para actuar en clase. Después del 7 de abril, se activó la unidad de atención, según la consellería.