Nxivm, la secta de las esclavas sexuales: así dilapidó cien millones la heredera de Seagram's

m. lorenci MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Clare Bronfman, heredera de Seagram's en el centro de la imagen
Clare Bronfman, heredera de Seagram's en el centro de la imagen Shannon Stapleton | REUTERS

La millonaria Clare Bronfman se ha declarado culpable de asociación para delinquir en el caso del grupo, controlado por el gurú Keith Raniere

23 abr 2019 . Actualizado a las 18:34 h.

La cadena HBO prepara ya un documental sobre el escabroso escándalo de esclavitud sexual en el seno de una secta en el que se ha visto envuelta Clare Bronfman, hija del difunto Edgar Bronfman, magnate de Seagram’s, la multinacional canadiense de las bebidas espirituosas. Sexo, extorsiones, abusos y millones de dólares son los ingredientes del culebrón que se vivirá en las pantallas y en los tribunales. Su fortuna no librará de la cárcel a la rica heredera, que se ha declarado culpable de asociación para delinquir en el seno de la secta Nxivm, que convirtió a una veintena de mujeres en esclavas sexuales del gurú Keith Raniere. La fiscalía acusa a la cúpula de la secta de los delitos de tráfico sexual, extorsión, posesión de pornografía infantil, conspiración para robar identidades y blanqueo de dinero. Reconocer que escondió a extranjeros indocumentados y usurpó la identidad de terceros sí evitará a Bronfman comparecer en el juicio contra Raniere, líder de la secta radicada en Albany, capital del Estado de Nueva York, y único acusado de tráfico sexual en el juicio que comenzará el 7 de mayo, en el que se enfrenta a una pena que podría ir de los quince años a la cadena perpetua.

Más de cien millones

A Clare Bronfman, considerada directora de operaciones de la organización, se le acusa de aportar, junto a su hermana Sara, más de 100 millones de dólares de la fortuna familiar. Detenida en julio del 2018, aparecía en el directorio de Nxivm, la secta fundada por Raniere, que habría mantenido durante varios años un círculo de 15 a 20 esclavas. Las mujeres eran marcadas a fuego con las iniciales del líder en la pelvis. Forzadas a mantener relaciones sexuales con el «maestro», eran inmovilizadas por otras en unas sesiones que se registraban en vídeo. Rainiere, de 58 años y detenido en México en marzo del 2018, comandó durante los últimos 20 años los denominados Programas Ejecutivos de Éxito, dentro de Nxivm, con centros en Estados Unidos, México, Canadá y varios países de Sudamérica.

Era un sistema piramidal que ofrecía cursos de cinco días por 5.000 dólares. Las participantes, que a menudo se endeudaban para pagar los cursos, debían trabajar para la secta. Todas eran alentadas a reclutar a otras para ascender en la escala jerárquica. Debían estar disponibles para el líder día y noche y eran extorsionadas con información comprometedora sobre amigos y familiares y fotografías de desnudos.

Clare Bronfman habría financiado demandas ante la justicia contra quienes plantaron cara a la secta, utilizó falsas identidades para acceder a datos informáticos y ayudó a Raniere a utilizara la tarjeta de crédito de una examante ya fallecida. Bronfman, de 40 años, hubiera afrontado una pena de 25 años de cárcel, pero su confesión limitará drásticamente su condena, que podría quedarse en dos años, según asegura AFP citando a un portavoz de la fiscalía federal de Brooklyn. La sentencia se conocerá el 25 de julio. Otros cinco implicados en el escándalo se han declarado culpables. Entre ellos, Kathy Russell, investigada por ser la contable de la secta. También la actriz estadounidense Allison Mack, de la serie Smallville, que se declaró culpable hace unos días, acusada de asociación para delinquir y varios delitos vinculados a su presunto cargo de responsabilidad en la secta.