Miki se da un baño de masas en Madrid en su camino a Eurovisión 2019

SOCIEDAD

Casi 2.000 personas llenaron la sala La Riviera por la que pasaron 22 países de los 41 que viajarán a Tel Aviv en mayo

21 abr 2019 . Actualizado a las 19:49 h.

La buena acogida de Miki en las fiestas de Londres y Ámsterdam ya vaticinaba que cuando le tocara el turno de jugar en casa el apoyo iba a ser masivo. Y así fue. La Venda cayó, y la sala La Riviera se vino arriba. Palmas, gritos y saltos coronaron la tercera edición de la Pre-party ES organizada por Eurovision-Spain en la que quedó más que claro el apoyo de la comunidad eurofán al candidato español. Miki se hizo esperar y fue el último de los representantes en actuar. Antes de él hicieron lo propio otras 21 delegaciones llegadas desde todas partes de Europa.

Tras la presentación de rigor de Julia Varela y Tony Aguilar, que serán por segundo año el dúo de comentaristas de Eurovisión, dio el pistoletazo de salida otro dúo, pero de cantantes. Los finlandeses Darude y Sebastian Rejman hicieron que el público entrara en calor con su tema electrónico Look away. A los nórdicos los siguió el mermado grupo D-Mol, de Montenegro, que trajo a tres de sus seis integrantes. Moldavia, Polonia, Rumanía, Georgia y Lituania continuaron ante un público entregado que se atrevió a cantar incluso en polaco. El que será el anfitrión este año también desfiló por el escenario de La Riviera. El israelí Kobi Marimi interpretó su balada Home seguido de los representantes de Dinamarca, Croacia, Estonia y Alemania.

La albanesa Jonida Maliqi volvió a demostrar que no hay barreras lingüísticas en el festival y consiguió que el público acompañara su chorro de voz con Ktheju tokës. El trío checo Lake Malawi hizo botar al público con Friend of a friend, aunque una de las actuaciones más celebradas fue la de los noruegos Keiino, que con su Spirit in the sky pusieron a los casi 2.000 asistentes a bailar.

Una gran sorpresa fue la de la representante de Grecia Katerina Duska, que había recibido críticas por su falta de afinación en directo pero que las disipó en los tres minutos de su canción con una interpretación más que digna. En el otro lado de la moneda se situó Serbuk, la cantante armenia, que por problemas de sonido no pudo hacer su mejor actuación y terminó con un gran enfado que no pasó desapercibido en la sala. Reino Unido, los esperados Hatari de Islandia, Bélgica y San Marino cerraron el cartel de artistas internacionales que dio finalmente paso a Miki. El catalán, antes de interpretar el tema con el que luchará por el micrófono de cristal en Tel Aviv el próximo 18 de mayo, animó al público con el tema con el que se dio a conocer en Operación Triunfo: Prefiero de Antílopez.

 Invitados de lujo

Como si el mismísimo Marty Mcfly se hubiera subido a su DeLorean, los casi 2.000 asistentes de la tercera edición de la Pre-party ES pudieron presenciar en una misma noche además de las actuaciones de los 22 países de este año, de grandes clásicos de Eurovisión. Betty Misiego, representante de España en 1979 con Su canción demostró ante un público entregado por qué consiguió hace 40 años un segundo puesto en Jerusalén. También la representante de 1999, Lydia, se subió al escenario de La Riviera a interpretar varios temas entre los que se encontraba su canción de Eurovisión No quiero escuchar. Con el mismo vestido de Agatha Ruiz de la Prada con el que cayó al último puesto en el certamen de Jerusalén se sumó al elenco de artistas que fueron a los festivales con sede en Israel, que completará Miki esta edición.

Quien tampoco se quiso perder el evento fue Rosa López, que protagonizó el papel de madrina de la fiesta. No pudo faltar su icónico Europe's living a celebration que el público coreó a pleno pulmón. Pero ellas tres no fueron las únicas invitadas a la fiesta eurovisiva más grande de España. El ganador de Operación Triunfo 2018, Famous, cantó con el austríaco Cesar Sampson el tema con el que este último logró el bronce en Eurovisión 2018, Nobody but you.

También pasó por el escenario Imri Ziv, representante de Israel en el 2017 con la canción I feel alive. Aunque si una artista destacó sobre el resto esa fue la portuguesa Suzy. La lusa cerró la fiesta de más de tres horas con su icónico Eu quero ser tua con el que no logró pasar a la final del festival en el 2014 pero que ya es un himno eurovisivo y que generó una enorme conga en el recinto madrileño. Pero Suzy también se atrevió a cantar Dancing in the rain, la canción de su compañera de edición Ruth Lorenzo, y Euphoria demostrando una capacidad vocal que asombró a más de uno.