Niño pequeño, juguete grande

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Los pediatras avisan: hasta los 3 años los objetos de menos de cinco centímetros deben estar fuera del alcance del menor

16 abr 2019 . Actualizado a las 20:33 h.

No hay fiesta infantil que se precie que no cuente con un buen surtido de globos de colores. Sin embargo, la muerte de un pequeño de cuatro años en Olot, que se asfixió mientras jugaba con sus hermanos, ha despertado el temor al peligro que suponen estos objetos. Fernando Álvez, pediatra del CHUS, asegura que es raro que un pequeño se trague un globo al tratar de inflarlo, pero insiste, «con los niños hay que estar siempre muy pendientes, y no confiarse nunca».

SUPERVISIÓN DE UN ADULTO

Hasta los 8 años. La directiva europea sobre la seguridad de los juguetes, que fue revisada en el 2016, recoge que los globos de látex deben llevar una advertencia que informe de que los menores de 8 años han de utilizarlos bajo supervisión de un adulto, y los rotos deben desecharse para evitar accidentes. En otro punto de la directiva se hace mención a los globos, pero por la limitación que debe haber en el uso de nitrosaminas en juguetes de este tipo «donde son verdaderamente preocupantes», porque se llevan a la boca.

Consejos

Lejos de lo que puedan llevar a la boca. Cuando se habla de niños pequeños, el pediatra Fernando Álvez aconseja matizar, ya que no es lo mismo un niño de 18 meses que uno de siete. No obstante, como recomendación los niños menores de tres años no deben tener a su alcance objetos de menos de cinco centímetros, «cualquier cosa que puedan llevar a la boca y tragar», explica. Evidentemente, esta recomendación no se aplica a los alimentos, aunque sí a algunos como las uvas o los frutos secos, que pueden producir asfixia.

Siempre pendientes. Aunque es imposible tener bajo vigilancia absoluta a un niño de corta edad durante los 60 minutos de las 24 horas del día, Álvez González insiste, «cuando son pequeños el niño tiene que estar supervisado siempre, porque siempre hay objetos peligrosos a su alcance». Y lo dice por la propia experiencia de las guardias acumuladas en el complejo hospitalario de Santiago, pieles de uvas que provocan asfixia, pequeños que en un descuido se llevan a la boca productos corrosivos... No obstante, y pone como ejemplo la multitud de fiestas y eventos en los que se usan globos, «si explota mientras se está inflando es muy raro que los restos vayan hacia dentro», dice. Eso sí, afirma el pediatra, «es muy importante la edad del niño y el tamaño del objeto». Y extremar la vigilancia hacia los pequeños.

La asociación de pediatría los desaconseja. La Asociación Española de Pediatría tiene un documento que bajo el título Principales accidentes por edades, establece cuáles son los mayores riesgos para un menor en función de su edad y da consejos para evitarlos. Y los globos aparecen desde los 6 meses y no desaparecen hasta que el menor ha sobrepasado los seis años. Entre los seis y los doce meses los atragantamientos son uno de los mayores peligros. Y entre ellos se incluyen las piezas pequeñas de juguetes, los frutos secos y los globos o trozos de globos. Entre uno y tres años el texto desaconseja también que jueguen con bolsos de plástico o globos; mientras que entre tres y seis el texto señala que «son peligrosos, tanto hinchados como sin hinchar». A partir de los 7 años esta recomendación desaparece ya.