Uno de cada cuatro españoles han cambiado un tratamiento médico por una seudoterapia

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Desde el Ministerio de Sanidad apuntan a que los bulos que se extienden por Internet han contribuido a esta práctica

06 abr 2019 . Actualizado a las 17:34 h.

El 26 % de los ciudadanos han sustituido tratamientos médicos convencionales por seudoterapias, en su mayor parte sin ninguna eficacia probada, un proceso al que han contribuido los «bulos» que circulan por Internet, según ha señalado este viernes la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. Carcedo ha señalado que, según un análisis realizado por su departamento, el 44 por ciento de los enlaces que analizaron en la red informática contenía información médica «incorrecta» y que los contenidos «más falaces» eran los relativas a las vacunas.

No obstante, se ha mostrado satisfecha de que en ese ámbito en España no se haya producido, como en otros países, un incremento de la población reticente a vacunarse, un aspecto en el que ha destacado la contribución de los profesionales sanitarios.

Según la titular de Sanidad, el dato del número de ciudadanos que habían recurrido a seudoterapias «asustó» a los responsables del Ministerio cuando elaboraban el plan contra las pseudociencias, que incluye medidas para eliminar estas prácticas de los centros sanitarios y universidades así como para combatir la publicidad engañosa reforzando los mecanismos de control existentes.

Carcedo ha hecho estas afirmaciones durante la apertura del Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) en el que participan 186 periodistas a los que ha reclamado su colaboración con las administraciones, «a veces culpables por inacción», a la hora de combatir las informaciones falsas.

Entre esos bulos «sin pruebas», que han proliferado con la extensión de las redes sociales, la ministra ha incluido el intento de convencer «sin pruebas» a la ciudadanía de que la sanidad universal es «insostenible» o que la implantación de copagos resulta «positiva» dado que permite que «no se abuse» del sistema público.

En el ámbito de la medicina, ha subrayado, «no hay soluciones milagro» e incluso algunos tratamientos tienen efectos secundarios que en algunos casos no provocan las seudoterapias «porque son agua con azúcar» mientras que en otros pueden restar efectividad a las terapias científicas o empeorar la situación del enfermo.

A quien padece una enfermedad grave, ha advertido, no le parece que la medicina avance lo suficientemente rápido, pero, ha recordado, desde el Neolítico hasta el siglo XIX la esperanza de vida prácticamente no varió y, desde entonces, ha pasado de los 30 a los 83 años y que la tasa de mortalidad por cáncer en España se ha reducido en más de un 25 % desde el 2001.