Francia prohíbe varios implantes de mama porque pueden producir cáncer

La Voz REDACCIÓN

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La agencia francesa del medicamento alerta sobre ciertos implantes rugosos recubiertos de poliuretano

04 abr 2019 . Actualizado a las 17:47 h.

Las autoridades sanitarias francesas decidieron este jueves retirar del mercado como medida de precaución varios modelos de implantes mamarios por su potencial riesgo de provocar cáncer. La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y de los Productos de Salud (ANSM) destacó que ciertos implantes rugosos y aquellos con superficie recubierta en poliuretano «constituye un factor de riesgo en la aparición de linfoma anaplásico de células grandes».

Desde el 2011, se han detectado en el país 59 casos de ese tipo de linfoma asociados a los implantes mamarios. La ASNM dijo haber tomado su decisión para reducir la exposición de las mujeres a ese riesgo «poco común pero grave», aunque teniendo en cuenta que es poco habitual no recomendó que las portadoras de los implantes sospechosos se los quiten de forma preventiva.

En total hay seis fabricantes afectados por esa medida que entrará en vigor este viernes, destacó el organismo, que, con datos del 2017, calcula que en Francia hay en total unas 400.000 mujeres con prótesis mamarias.

El caso del año 2017

Precisamente la Justicia francesa condenó en el 2017 a la empresa de certificación alemana TÜV a indemnizar a más de 20.000 mujeres, de ellas unas 7.000 latinoamericanas -la mayoría colombianas y venezolanas-, a las que se implantaron glándulas mamarias del fabricante francés PIP que llevaban un gel fraudulento.

El Tribunal de Comercio de Tolón (sureste) decidió la designación de peritos para fijar el perjuicio sufrido por las mujeres, que como mínimo recibirán 3.000 euros, según explicó el abogado Laurent Gaudon, que representa al colectivo de afectadas. El Tribunal de Comercio de Tolón consideró en su dictamen que TÜV debería haber controlado el proceso de fabricación de los implantes PIP (Poly Implants Prothèses), pero que lo delegó en una filial que no era competente para hacerlo. Ahora deberá afrontar un pago a las víctimas de en torno a 60 millones de euros.

También estimó que había elementos visibles de que se estaba produciendo un fraude. PIP cambiaba el gel autorizado por otro más barato que producía frecuentemente la ruptura de la prótesis mamaria.

La sentencia va en la misma línea que otra del mismo órgano judicial, que en el 2013 había condenado a TÜV a pagar 3.400 euros a 1.900 mujeres, fundamentalmente de Francia, perjudicadas por la prótesis.