Esta madrugada los relojes volverán a adelantarse una hora, a las dos de la mañana serán las tres
30 mar 2019 . Actualizado a las 20:05 h.Esta noche todos nos iremos a la cama a la misma hora y, probablemente, también nos levantaremos el domingo a la hora habitual pero dormiremos 60 minutos menos. Las dos de la mañana serán las tres por obra y gracia del cambio de hora estacional. Quizás mañana, a más de uno, se le peguen las sábanas y, por eso, el lunes será el peor día: «Este lunes será un lunes doble», asegura Felipe Casanueva, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Santiago. Para él, «este cambio de hora estacional es un absurdo desde el punto de vista médico».
¿Cómo afecta el cambio de hora a nuestro cuerpo?
«Hay una explicación fisiológica muy simple: el cuerpo humano está diseñado para ir cambiando lentamente desde la falta de sol al sol abundante. Ese paso, del invierno al verano, es gradual, va cambiando a lo largo de 365 días. Por eso, cuando de repente todo comienza una hora más temprano o una hora más tarde el cuerpo humano tarda en adaptarse», explica Felipe Casanueva. Estamos sincronizados con el sol y ahí comienza el problema.
¿Puede causar problemas de salud?
Los niños y las personas mayores sufren el cambio de hora de una manera más acusada. Según el endocrino, «claro que estos cambios causan problemas de salud. A unas personas les afecta más y a otras menos pero todos sufrimos sus efectos». El déficit de sueño es la principal consecuencia de adelantar los relojes una hora. A eso tenemos que sumar una sensación de cansancio, fatiga. El malestar puede ser más intenso o más leve y se parece al jet lag que se sufre tras hacer un viaje largo. «También afecta al rendimiento durante los primeros días, personal, académico y laboral», afirma el doctor.
¿Cómo podemos mitigar las consecuencias?
Paciencia. Es el único remedio que nos da el endocrino Fernando Casanueva: «Hay que tener paciencia, esperar a que el cuerpo se vaya acostumbrado. No hay ningún tratamiento médico y la gente tiene que saber que van a ser unos días. Los niños pueden estar más irritables».
¿Cuánto dura el «efecto cambio de hora»?
Como todo, dependerá de la persona. A algunos esa sensación de cansancio se les pasará en dos días pero a otros les puede durar hasta una semana. «Lo vamos a notar mucho más el lunes. Es cuando realmente tenemos que acomodarnos al reloj porque hay que ir a trabajar, al colegio... Es decir, nos tenemos que levantar a la misma hora pero, en realidad, es una hora antes. Notaremos que no estamos igual que siempre. Al final nos acostumbraremos pero todo nuestro sistema hormonal necesita tiempo», explica Casanueva. Así que prepárense para vivir un lunes más lunes que nunca.
¿Nuestra vida mejoraría si se eliminase?
Pregunta controverida que divide a expertos a partes iguales. Desde el punto de vista médico, para Felipe Casanueva, la respuesta es sí. «Mi primera recomendación para mitigar los efectos que tiene el cambio de hora es clara: eliminarlo. Además, nosotros en Galicia, tenemos más problema porque ya estamos fuera del huso horario que nos corresponde. Toda la Península Ibérica debería tener la misma hora oficial que tiene Reino Unido y Portugal, es decir, una hora menos que Europa Central. Estamos adelantados con respecto al sol una hora en invierno y dos horas en verano. Si a esto le añadimos el cambio estacional tenemos un gran problema de desajuste con el sol. Los gallegos lo notamos mucho más. Cuando nos levantamos a las siete de la mañana para ir a trabajar en verano nos estamos levantando a las cinco por la hora solar», asegura.
Los efectos del cambio de hora: este lunes será un lunes doble
Los ciudadanos europeos seguiremos adelantando y retrasando los relojes hasta el año 2021, como mínimo. Es la fecha que ha puesto la Eurocámara sobre la mesa para enterrar una práctica que reportaba ahorro energético en tiempos de guerra, pero que despierta hoy rechazo en buena parte de Europa por las molestias y los efectos que produce en los biorritmos de las personas. El Parlamento Europeo quiere conceder a las capitales un tiempo prudencial para tomar posición. Sus gobiernos deberían notificar antes de abril del 2020 cuál es el horario que prefieren aplicar.
El final del cambio de hora
El Parlamento Europeo ha puesto fecha para terminar con el cambio de hora estacional: 2021. Ni un año más ni uno menos. Con 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones, el hemiciclo ha aprobado el informe de la eurodiputada sueca Marita Ulvskog, en el que se establece un calendario claro para preparar a los ciudadanos y a la industria ante el fin inminente del baile de manecillas. La Eurocámara quiere ahora que los países de la UE opten definitivamente por uno de los dos horarios de la forma más coordinada posible a nivel regional para evitar distorsiones en el mercado único. Para eso han extendido una prórroga lo suficientemente extensa para que la industria se adapte. Y es que sectores como la aviación necesitan años para poder adaptar sus franjas horarias.
El optimismo de la Comisión y el respaldo de la Eurocámara contrasta con el rechazo del Consejo. Las cancillerías europeas dan rodeos para retrasar al máximo el fin del cambio horario. Más de una docena de países están en contra o mantienen reservas. Suecia, Finlandia, Alemania y Croacia quieren apurar los trámites, pero Portugal, Irlanda, Holanda y en menor medida España y Francia prefieren dilatar el calendario. Hay capitales que han solicitado tiempo adicional para elaborar informes completos y consultas con sectores, expertos y ciudadanos. Un proceso que algunos usan para esconder la iniciativa de la Comisión bajo la alfombra a la espera de que el nuevo Ejecutivo comunitario que salga de las elecciones del 26 de mayo se olvide del expediente. Los ministros no abordarán el asunto hasta finales de junio. Las perturbaciones que puede acarrear el fin del cambio horario podrían superar los beneficios y provocar fragmentaciones dentro del mercado interior si los países no coordinan su elección.
Las horas de luz
La hora exacta a la que el sol sale y se esconde varía en función de la provincia, una diferencia que se nota, sobre todo, en el mes de julio, cuando los días son más largos.
En los dos primeros días de julio, el sol salió a las 6.57 horas y se puso a las 22.18 en la provincia de A Coruña. En Ourense, ese mismo día, se hizo de noche seis minutos antes y amaneció un minuto después, por lo que gozaron de menos horas de luz que los coruñeses.
Si se compara con la provincia de Girona, la más oriental de la Península, se evidencian las dos realidades del huso horario en España. El 1 de agosto anocheció más de cincuenta minutos antes, mientras que el amanecer tuvo lugar a las 6.17 horas, cuando en Pontevedra faltaban todavía 45 minutos. Los madrugadores en la parte este del país son los más beneficiados con el cambio horario de otoño: el 1 de noviembre se hará de día a las siete y veinte de la mañana.