Una mujer en muerte cerebral dará a luz esta semana en Oporto

LA VOZ REDACCION

SOCIEDAD

La familia de la joven, de 26 años, decidió mantener sus funciones vitales para que el bebé pudiera crecer

28 mar 2019 . Actualizado a las 11:07 h.

Esta semana nacerá en Oporto Salvador. Su madre, Catalina Sequeira, está en muerte cerebral desde hace tres meses.  

La joven, de 26 años, lleva desde el pasado mes de diciembre con las funciones vitales mantenidas artificialmente para que su hijo pudiera crecer. Este viernes, nacerá su bebé, un prematuro extremo. 

Según el diario Público, los médicos y miembros del Consejo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida mantienen que que prolongar artificialmente las funciones vitales de la madre tiene sentido, siempre que la familia esté de acuerdo, ya que hay un valor preponderante, que es el de una vida, la del niño.

Catalina Sequeira tenía asma desde los 13 años, algo que no le impidió conquistar 41 medallas como canoísta en el  Douro Canoa Clube. Pero el pasado 20 de diciembre sufrió una crisis aguda que la llevo a la muerte cerebral solo seis días más tarde. Estaba embarazada de 12 semanas. 

«Va a ser una alegría amarga porque tendremos que apagar la máquina. Por mucho que me digan que él es un poquito de ella, mi hija es insustituible», ha declarado la madre de la joven al diario Público. « Acordé el el mantenimiento de las funciones vitales porque nunca pensé que el proceso fuera tan largo. En el hospital nos dicen que el bebé es viable, que ya hicieron exámenes, resonancias, y que no encontraron nada grave, pero estamos a la expectativa para ver cómo va a nacer. Hay muchas preguntas sin respuesta», asegura María de Fátima Branco. 

Este caso es el segundo que tiene lugar en Portugal. En 2016, nació en Lisboa un bebé  tras una cesárea realizada a una mujer que llevaba 15 semanas en muerte cerebral, el mayor periodo de supervivencia registrado en el país. Lourenço Salvador nació en el Centro Hospitalario de Lisboa Central, tras 32 semanas de gestación y con un peso de 2,350 kilogramos.

El estado de muerte cerebral de la madre, de 37 años, había sido declarado en febrero o tras sufrir una hemorragia intracerebral. Con el permiso de la familia y el visto bueno de la Comisión de Ética y la dirección del centro, los médicos decidieron proseguir con la gestación y programar la cesárea cuando se cumplieran 32 semanas. 

El presidente de la Sociedad Portuguesa de Obstetricia y Medicina Matern-Fetal, Luís Graça, dijo entonces que la duración de la gestación con la madre en estado de muerte cerebral era «absolutamente excepcional»