¿Por qué no aceptan los testigos de Jehová las transfusiones de sangre?

G. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIÁN

Sus razones son religiosas: «Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre». Una joven de Huesca se encuentra extremadamente grave por rechazar este procedimiento médico

25 sep 2019 . Actualizado a las 10:45 h.

Se encuentra en una situación extremadamente grave, pero rechazó en su testamento vital las transfusiones de sangre.

El caso de la joven de 20 años de Huesca ingresada en coma inducido ha reactivado la polémica acerca de estas creencias. La paciente tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y su estado de se agravó con una peritonitis. Necesita una transfusión, pero los médicos han tenido que respetar su decisión, a pesar de que se vida corre peligro.

Razones religiosas

Los testigos de Jehová saben que este es un tema de provoca incomprensión en la sociedad. Por ello es una de la explicaciones a las que más espacio le dedican en su página web.

«Es debido a razones religiosas, más bien que médicas. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre. Además, para Dios, la sangre representa la vida. Así que los testigos obedecemos el mandato bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida. Hay razones médicas contundentes para rechazar las transfusiones de sangre. No obstante, la razón principal por la que Dios nos dice que debemos abstenernos de ella es porque esta representa algo sagrado para él», explican.

«Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre»

Mantienen eso sí que no rechazan los cuidados sanitarios, aunque evitando los tratamientos hematológicos: «Hacemos lo posible por buscar atención médica de calidad. Cuando uno de nosotros -o alguien de nuestra familia-  enferma o tiene que ser operado, consultamos a médicos y cirujanos con experiencia en el uso de técnicas sin sangre», explican, valorando además que esas técnicas usadas en muchos países para los testigos se usan para tratar a otro tipo de pacientes. «Hoy día cualquiera puede optar por tratamientos que no conlleven los riesgos relacionados con las transfusiones, como enfermedades transmitidas por la sangre, reacciones del sistema inmunitario y errores humanos», apuntan en su sitio online. Mantienen también, haciendo referencia a algunas publicaciones médicas, que «los pacientes que no aceptan transfusiones se recuperan igual o mejor que quienes sí las aceptan, incluso en el caso de los niños».

Atención médica, pero si no rechaza los principios bíblicos

Los testigos de Jehová aseguran en su web que «aunque nos cuidamos lo mejor posible, a veces necesitamos al doctor». Eso sí, insisten en que rechazan los tratamientos que «violan los principios bíblicos»: «La gran mayoría de los tratamientos médicos no son objetables desde el punto de vista bíblico, así que cada testigo debe tomar su propia decisión. Puede que uno opte por un tratamiento o medicamento que otro tal vez rechazaría». 

¿Qué dicen los médicos?

El juramento hipocrático que obliga a los médicos a hacer todo lo posible por salvar una vida tiene una línea roja: la voluntad del paciente de no someterse a un determinado tratamiento.

«Hay que respetar siempre la voluntad del paciente», ha explicado a EFE el presidente de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín.

Sendín ha precisado que, si el paciente está consciente, hay que informarle de los riesgos de su decisión y, en caso contrario, a la familia. También es aconsejable que el médico notifique al juez de guardia la decisión del paciente, como ha sucedido con la joven oscense, en el que la titular del juzgado de guardia ha entendido que no existe ningún problema legal.

Negarse a una transfusión es similar al paciente que sigue una huelga de hambre, no se quiere operar o someterse a un tratamiento como la quimioterapia, casos «en los que siempre hay que respetar la autonomía del paciente, dejar constancia en la historia clínica y notificar al juez los riesgos que conlleva, y no hay más».

Si la paciente no hubiese dejado instrucciones previas por escrito, pero lo hubiese manifestado verbalmente al médico y estuviese reflejado en su historia clínica o ante varios testigos, «tendría la misma validez», ha precisado.

 «Duele pero el paciente está en su derecho», ha enfatizado Sendín, quien ha reconocido que para un médico «es duro aceptar cuando no se puede salvar una vida, pero es lo que hay».

De hecho, hay médicos que se niegan a operar a pacientes contrarios a las transfusiones, por lo que hay ya grupos especializados en hacer intervenciones sin sangre.