Natalie Westling ahora es Nathan Westling

M.V.

SOCIEDAD

La pelirroja con cara de niña más fotografiada en campañas publicitarias y editoriales de moda -entre otros, de Inditex-, reaparece ahora como modelo masculino. Llevaba seis meses fuera de las pasarelas preparándose para ello

21 mar 2019 . Actualizado a las 12:44 h.

Nathan Westling tiene 22 años y hasta hace unos meses no era Nathan, sino Natalie, modelo de silvestre melena pelirroja y cara de niña, musa de Lagerfeld. Las firmas de moda llevan rifándosela desde que tenía 18 (y aspecto de 12): de Marc Jacobs e Yves Saint Laurent hasta Inditex. Pero hace seis meses, Natalie desapareció de las pasarelas y los catálogos; desfiló por última vez el pasado septiembre. Ahora, reaparece como un hombre recién completado su proceso de cambio de sexo

«Ha sido un viaje increíble y soy muy feliz» ha declarado a la CNN. Su cabello rojo es ahora corto -describe la periodista Allyssia Alleyne-, su voz más profunda y su rostro, más anguloso. Ha ganado peso, pero no tiene vello facial. Aún así, parece un skater más de Santa Mónica, «aunque tenga una belleza de otro mundo». Cuando se le pregunta qué ve al mirarse al espejo, responde: «Una versión masculina de mi antiguo yo». 

A Natalie Wesling la fama le alcanzó tras pintarse el pelo de rojo para, junto a Miley Cyrus, protagonizar una sonada campaña de Marc Jacobs en el 2014. A pesar de que hay quién identificaba las facciones de esta joven descubierta por una agencia local en su Arizona natal con rasgos angelicales, lo cierto es que en su atractivo había algo inquietante, casi perturbador; singular como mínimo. Apasionada del patinete, nunca se consideró femenina: tras su debut en la Semana de la moda de Milán, se tatuó en la muñeca la palabra skate para celebrarlo, esquivaba el maquillaje y calzaba día sí, día también, zapatillas deportivas. Nunca imaginó que acabaría dedicándose a la moda.

En el 2017, Inditex la fichó para uno de sus editoriales de Pull&Bear y un año más tarde recuperó su contacto para ponerla ante los focos en una colección limitada y exclusiva de Zara y en otra de Massimo Dutti. Además, la joven liderado campañas publicitarias para Versace, Prada, Chanel, Dior o Alexander McQueen, y llenado con su imagen páginas y páginas de las ediciones estadounidense, china, japonesa, italiana, francesa y rusa de la revista Vogue.

Gran activista de los derechos LGTBI -es abiertamente homosexual; en el 2017, protagonizó una campaña para Chanel junto a la que entonces era su pareja, la también modelo Vittoria Ceretti-, Westling nunca había deslizado, en cambio, sus intenciones de cambiarse de sexo. Llevaba la procesión por dentro. Hace justo un año, tras décadas de terapia empachada de pastillas para combatir la ansiedad, la depresión y la ira que la asfixiaban, decidió plantarle cara al problema moviendo ficha. Lleva desde entonces sometiéndose a un continuo tratamiento -de esos 12 meses, seis tomando testosterona- gracias al cual ahora, dice, está más que preparado para regresar a las pasarelas. Ahora, es él.

«Llegué a un punto en el que estaba cansado de existir (...) Los primeros dos meses de la transición fueron difíciles, y no fue hasta que empecé a ver cambios físicos coherentes con mi estado mental cuando finalmente me desperté y empecé a vivir. Estoy feliz. No puedo ni imaginarme volver a ser como era antes porque solo es oscuridad», ha declarado al citado medio. 

El próximo paso será operarse el pecho; el siguiente, mudarse a Nueva York -ahora vive en Los Ángeles-. Después, intentará introducirse en la comunidad transgénero y volver al mundo de la moda. En contra de lo que pueda parecer, entrar en este universo y dedicarse a ello fue algo positivo Westling: «Siempre he estado interpretando a un personaje, toda mi vida. Así que para ponerme todos esos peinados y maquillaje diferentes también me ayudó a descubrirme a mí mismo». 

La modelo brasileña Lea T fue la encarga de despejar el camino: el el 2010, se convirtió en la primera mujer transexual en aparecer en una campaña de alta costura, la de Givenchy. Cinco años después, la musa andrógina de Jean Paul Gaultier Andreja Peji?, en la primera modelo trans retratada para Vogue. Hoy la lista es nutrida -Teddy Quinlivan , Hunter Schafer, Hari Nef o Dara son solo algunos ejemplos-, pero la conquista ha ido solo en una dirección: todavía hay muy pocos maniquíes masculinos que hayan nacido chicas. «No estoy preocupado por eso. Creo que va a ser un buen cambio y estoy emocionado, muy, muy emocionado», ha considerado Wesling al respecto.