«Fumar un porro de hoy en día es como fumar cinco de los de antes»

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

César Pereiro en su consulta, donde trata con adictos diariamente
César Pereiro en su consulta, donde trata con adictos diariamente CESAR QUIAN

El psiquiatra César Pereiro, experto en adicciones, sostiene que el hachís que se consume en la actualidad es más potente y genera una dependencia que antes no existía

17 mar 2019 . Actualizado a las 23:41 h.

El motivo por el cual una persona acude a un centro de drogodependencia en el 2019 ha cambiado radicalmente respecto a lo que podía pasar en los años noventa. «El principal grupo de personas que piden tratamiento es por cannabis. Y después está la cocaína y los opiáceos. Es lo contrario a lo que ocurría antes», certifica César Pereiro, psiquiatra de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad). «Hace años la dependencia se cuestionaba. Ahora, resulta indiscutible», señala.

-En los noventa se decía que los porros no generaban adicción. ¿Qué ha cambiado?

-La explicación es clara. Cuando tú consumes cannabis, ya sea en forma de resina de hachís o de marihuana, estás introduciendo en tu cuerpo varios componentes. Hay uno que tiene efectos psicoactivos, el THC. Cuando se fumaban porros en la época del hipismo, la concentración de THC podría estar en torno al 3 % o 5 %, con mucha suerte. Ahora mismo, si fumas resina de hachís, el porcentaje puede llegar al 30 %. La marihuana, que antes era sobre un 2 %, ahora puede ser el 20 %. ¿Qué significa eso? Que fumar un porro hoy en día es como fumar cinco porros de los antes. Si añades un consumo intensivo, se produce la dependencia.

-¿Qué se encuentra en los jóvenes que van a su consulta?

-Dependencia. Hace años no podía decir que había muchos pacientes con dependencia de cannabis. Ahora es al contrario. Lo que más me preocupa está relacionado con los episodios psicóticos. Hoy vas a cualquier unidad de agudos de hospitalización psiquiátrica y, siendo muy conservador, ves que más de la mitad están ingresado por un episodio psiquiátrico de descompensación en el que el cannabis está presente. Si vas a un servicio de urgencia, verás que la mayor parte de los brotes psicóticos que se producen, me refiero al debut de la esquizofrenia y el trastorno bipolar, tienen que ver con el consumo de cannabis. Luego hay otro daño, menos importante, pero que no se pueden perder de vista: las crisis de ansiedad.

-¿No les relaja fumar cannabis?

-Curiosamente, muchos jóvenes lo utilizan porque les produce relajación, pero en muchos casos genera un cuadro de ansiedad.

-¿Qué efectos puede tener a la larga ese consumo juvenil?

-Hoy está claro que el cannabis afecta a la memoria y a los procesos cognitivos. Lo que no está tan claro es si es reversible. Si coges un grupo de chicos que fuman cannabis y un grupo que no fuma, el rendimiento cognitivo en los exámenes no tiene nada que ver. La bajada de la edad de consumo es un gran problema ahí. Teniendo en cuenta que el cerebro aún se desarrolla hasta los 25 años, hay que intentar retrasar lo más posible el contacto con cualquier droga antes de esa edad.

-¿Y qué hay que hacer ante ello?

-Volver a la información y dejar claros conceptos que no lo están. En nuestro país se estima que hay medio millón de personas que tienen un consumo problemático de cannabis. Eso son palabras mayores. Y todo ello afectando a colectivos vulnerables. No es lo mismo que fume un adulto que un joven. Tampoco es lo mismo que fume un joven que no tiene antecedentes de enfermedad psiquiátrica en la familia que uno que sí los tiene. Estamos hablando de cerebros mucho más vulnerables. Desde mi punto de vista esto no se difunde. Hay políticos que hablan alegremente. Si se pasasen una semana en una unidad de psiquiatría viendo cuántos enfermos hay ahí, siendo el cannabis la principal causa de su descompensación, no hablarían así.

-¿El cannabis puede «revolver» al cerebro?

-El cannabis tiene capacidad de provocar episodios psicóticos en la persona. Eso significa que puede alterar tu juicio y provocar ideas delirantes. Tú ves a un paciente de 16 o 17 años que llega a urgencias con un cuadro psicótico y dice que lo persiguen, que se ríen de él y que le quieren hacer daño. Te lo dice, además, en un estado de angustia. Eso es una de las consecuencias: alterar tu cerebro.

«El mensaje del cannabis terapeutico confunde a la gente»

Ese potencial psicoactivo que tiene el cannabis actual tiene una explicación clara para César Pereiro. «Los procesos de cultivo han cambiado sustancialmente en los últimos años. Detrás de un mercado, sea cual sea, hay un negocio», afirma.

-¿Para usted esta mejora en la calidad no es casual?

-Es una estrategia de mercado. Me recuerdo mucho a lo que pasó con el tabaco. Me llama la atención cuando se habla de la inocuidad del cannabis, mezclando los posibles efectos terapéuticos. Existe una estrategia comercial que pasa por contar lo bueno de la sustancia, ocultando o minimizando lo malo. No me cabe ninguna duda de que es así. Tras ello hay un negocio brutal, que ya empieza a cuantificarse y es muy apetecible.

-¿Para quién?

-Para algunos empresarios y también para algunos políticos, conscientes de la fiscalidad que supone. Tenemos ejemplos recientes al respecto.

-También se habla de su potencial medicinal.

-Cuando uno fuma un porro fuma cannabinoides. Nos interesan dos. El THC, el que tiene potencial psicoactivo. Y el TBD, el cannabidiol, que es el que tiene propiedades terapéuticas. Este no tiene potencial psicoactivo. El que fuma usa la parte que coloca, no la terapéutica. Pero lo que se tiende a transmitir a la gente es que el cannabis es bueno en sí mismo, sin necesidad de separar estos dos componentes. Al respecto se ha instalado una posverdad que dice en Estados Unidos se ha autorizado el cannabis médico. Y es cierto, pero no la planta, sino algunos estratos, que suelen venir del cannabidiol. Eso no tiene efectos psicoactivos. El mensaje del cannabis terapéutico está haciendo mucho daño, confunde a la gente.

-¿Sirve para justificar el consumo entre los jóvenes?

-Sí. En la consulta, cuando llegan chicos traídos por sus padres que ven un problema, su primer argumento siempre es que el cannabis es un medicamento y es bueno para la salud. Es el mensaje que llega y es interesado.