Sara Andrés Barrio: «Sonrío más ahora, desde que no tengo pies. ¡Y también ligo más, pero mucho más!»

Rosa Domínguez A CORUÑA

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

La profesora y medallista paralímpica participa este viernes en A Coruña en el congreso Lo Que de Verdad Importa (LQDVI)

15 mar 2019 . Actualizado a las 23:44 h.

A los 25 años, un accidente dejó a Sara Andrés (Madrid, 1986) sin pies. Pero no se desmoronó. «No sueño pequeño», dice esta profesora y atleta, 5ª en los Juegos de Río, bronce en 400 y 200 metros en el Mundial de Londres y que ahora se reinventa para triunfar en Tokio 2020. Su lema es «prefiero no tener pies y saber dónde voy, que tenerlos y estar perdida». Cada una de sus frases es una lección. De vida.

-¿De dónde se sacan las fuerzas?

-De la gente que me rodeaba. Médicos, enfermeras mis amigos, por supuesto la familia, y curiosamente ver que gente que no me conocía de nada me cuidaba con un mimo... Yo antes no lo percibía. Eso me hizo pensar, 'Sara, esto no te lo puedes perder'. Que exista gente buena en el mundo es una segunda oportunidad para no perderte a esas personas, conocer gente interesante, gente que te quiere, y querer a gente. Eso me dio el impulso.

-Sonríe mucho.

-Mucho más que antes. ¡Y tengo más arrugas! Soy otra persona. Las cualidades buenas afloraron. Quizás antes por inseguridades, estás ahí, indecisa en la vida, vas por lo que la sociedad te lleva. Ahora no. Soy dueña de mi vida, de mis decisiones, soy dueña de mi actitud. Y eso te da un poderío a nivel personal... Intentar siempre que lo que haces sea coherente con lo que pienses alivia tanto...

-Para usted los problemas cotidianos normales...

-Dejan de existir. Con el accidente el tiempo se paró. Y es brutal la sensación tan buena de que el tiempo no importa. Lo que importa es estar aquí y ahora. Y da igual el grano o la arruga. Yo era una niña de 25 años que quería lo normal. Incluso después decía, '¿pero quién me va a querer ahora, sin pies? ¿Cómo voy a ligar?' Yo también me preocupaba del michelín, de esta es más guapa, más delgada... Cuando te das cuenta de que para nada importa, que el grano lo tienes que amar y la arruga también. Que no tengas pies, sino un muñón, te tiene que gustar a ti... y como tú te aceptas, te gustas, te quieres... sonríes y esa actitud es la que luego la gente admira, le gusta, la atraé... ligas más. ¡Yo ligo más sin pies, mucho más! Y eso que antes era más bonica.

-¿Qué les dirá a los chicos hoy?

-Prefiero que me falte de todo, pero no un sueño, una pasión, un amor... Si tienes eso, saldrás adelante. Vemos lo que nos falta y no lo que tenemos. No tengo pies, pues con humor, ¡no me huelen! Y porque los perdí, soy atleta.