¿Por qué habría que ayudar a que los pacientes duerman bien en el hospital?
SOCIEDAD
Mejorar la calidad del sueño reduce el tiempo de ingreso y evita la bajada de defensas
15 mar 2019 . Actualizado a las 13:24 h.Son las cuatro de la mañana y, de repente, se enciende una luz. Un profesional de la salud entra en la habitación del hospital para revisar que no se haya acabado el suero del gotero. El enfermo, que está en duermevela, se despierta y ya no vuelve a conectar con Morfeo. La escena no responde a ningún caso concreto. Es un supuesto que describe un hábito común en muchos hospitales, donde prácticas o rutinas sanitarias están reñidas con el descanso efectivo de los pacientes que permanecen ingresados.
Conscientes de la importancia del sueño en la recuperación de los enfermos, desde el Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con otras instituciones, están decididos a poner su granito de arena para cambiar esos hábitos. Para ello, a través de la Unidad de Investigación de Cuidados y Servicios de Salud (Investén-isciii), llevan ya más de dos años tratando de darle la vuelta a la tortilla con el proyecto de investigación SueñOn, una idea lanzada en agosto del 2016 y que, al contrario de otro tipo de trabajos, comenzó con una campaña de concienciación entre el personal sanitario, los pacientes y la sociedad en general para que respeten el sueño de aquellos que están hospitalizados. En base a esta campaña que continúa concienciando a través de una página web, del twitter @sueno_on y de Facebook, a partir del año que viene el Instituto Carlos III financiará un proyecto de investigación para saber cómo duermen los pacientes en los hospitales públicos de España porque hasta ahora realmente no se tienen datos objetivos de cómo lo hacen.
¿Cuánto hay que dormir?
Y resulta fundamental que duerman bien. ¿Por qué? Porque como explica la coordinadora del programa SueñOn, Teresa Moreno, «la literatura científica existente muestra como dormir menos de cinco horas diarias supone una mayor probabilidad de que el paciente pase más tiempo en el hospital, contraiga un mayor número de infecciones al disminuirle las defensas y pueda inducirle un deterioro cognitivo. Todas estas consecuencias están basadas en la cronobiología». No solo eso. Consecuencia de todo ello, fomentar que los pacientes hospitalizados duerman y descansen mejor, además de mejorar la eficiencia de los hospitales también «incrementaría la satisfacción del enfermo, algo que resulta muy importante».
En poco más de dos años, la campaña del Carlos III ha logrado que en toda España colaboren unos 5.000 sanitarios a los que han dado el nombre de «cuidadores del sueño» y a los que en los hospitales se les identifica con una nube de SueñOn. También se han sumado 71 instituciones. Las cifras de alcance en Galicia, donde hay unas 150 «cuidadores del sueño», además de dos organismos colaboradores, muestran que todavía hay mucho camino que recorrer, sobre todo al comparar como ha calado el programa en otras comunidades con muchos más apoyos como Murcia, Cataluña o Andalucía. Desde Satse apuntan que «compañeras enfermeras de departamentos de calidad comentan que en Galicia no existe ningún protocolo oficial del Sergas, pero hay profesionales que lo aplican a título individual». ¿Cómo aportan su grano de arena? «Cambiar horarios de medicación en la medida en la que puedan, no tomar la temperatura, si no tiene fiebre, no encender las luces por sistema...», añaden.
Los profesionales adheridos al programa, como explica Moreno, han de cumplir un decálogo de acciones enfocadas a mejorar la calidad del sueño de los pacientes hospitalizados. «Hay que evitar el ruido, la luz, no realizar tareas que resulten innecesarias durante la noche, concienciar al entorno y tener en cuenta las circunstancias particulares de cada paciente para acomodarse a sus necesidades». Esta investigadora del Instituto Carlos III habla además de lo que se ha dado en llamar «horas mágicas», entre las 12 de la noche y las 6.30 de la mañana. Ese es el período en el que ha de cumplirse el decálogo.
No cabe duda de que la importancia de dormir bien es algo que tienen en cuenta cada vez más hospitales de todo el mundo. En Estados Unidos, como publicó The New York Times, hay un hospital en Boston, el Hospital General de Massachusetts que ha instalado pisos de goma en algunas áreas para reducir el ruido. En el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan han autorizado una serie de medidas enfocadas en esa misma línea como colocar baldosas que absorben el ruido o ajustar los turnos de limpieza de los pisos.
Más de cuatro millones de españoles sufren un trastorno del sueño
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Sueño, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha informado de que más de cuatro millones de españoles sufren algún trastorno del sueño crónico y grave, y hasta un 48 por ciento de la población adulta tiene, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño.
La entidad advierte de que «banalizar» este problema puede tener consecuencias en la salud. «El sueño cumple un papel muy importante en nuestro metabolismo, en nuestro sistema inmunológico, en el estado de ánimo, en la memoria, en el aprendizaje,... Por lo que no dormir adecuadamente puede conllevar a que surjan complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas, inmunológicas, psicomotoras, además que cada vez más se considera el mal sueño como un desencadenante o riesgo para determinados trastornos neurológicos, como el ictus, el Parkinson, el Alzhéimer o diversas enfermedades neuromusculares», señala el doctor Carles Gaig Ventura, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
Aunque existen más de un centenar de trastornos del sueño, el insomnio es el más prevalente (20-30 %), seguido del síndrome de las piernas inquietas (5 %) y del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (4-5 %). Los expertos recuerdan que «nunca se deben tomar medicamentos para dormir sin consultar antes con un especialista» y advierten de que, si se producen problemas que se alargan en el tiempo es mejor consultar con un profesional.