
Galicia recupera la influencia del anticiclón de las Azores pero con un matiz muy importante
09 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Durante la última semana, el anticiclón desapareció de los mapas. Esto permitió que llegasen dos borrascas. Primero fue Freya, nombrada por el servicio meteorológico del Reino Unido y después Laura, bautizada por la Agencia Estatal de Meteorología. Ambos ciclones trajeron vientos fuertes y lluvias intensas y devolvieron a Galicia a la estación en la que todavía permanece, aunque en muchos momentos no lo parezca, el invierno. Tampoco llega ya aire cálido tropical. Las temperaturas han recuperado los valores habituales en este período del año.
En cuanto al tiempo que se puede esperar a partir de ahora, lo más destacado es la recuperación de las altas presiones. Las condiciones serán más estables, aunque con algunos matices. «El anticiclón extiende su influencia sobre la Península pero parece que no de una manera tan abrumadora como la del pasado mes de febrero. Podrá dejar paso a algún frente que traerá nubosidad y algunas precipitaciones. Conviene precisar que el anticiclón que nos afectó en febrero tenía su centro sobre Europa mientras que el de los próximos días se trata del habitual anticiclón de Azores», comenta Francisco Infante, delega de la Aemet en Galicia.
Mañana, el escudo anticiclónico no evitará que llegue un frente muy débil que dejará algunas lluvias en la mitad norte. El siguiente, más activo, cruzará la comunidad el martes. «Además de precipitaciones traerá un claro descenso de las temperaturas, sobre todo de las máximas, no tanto de las mínimas, y más apreciable en el interior de Galicia que en las zonas costeras. Este descenso es con respecto a las temperaturas de este fin de semana», aclara Infante.
Después, el anticiclón de las Azores comenzará a ganar terreno en el Atlántico. Sin embargo, no habrá una circulación del nordés, sino del noroeste. Y esto provocará que llegue aire frío de origen polar. «Grosso modo, a partir del lunes los valores máximos estarían en torno a los quince grados en las zonas costeras y alrededor de los diez grados en el interior. Las mínimas en torno a los nueve en el litoral y entre dos y cinco en el interior, aunque en algunos puntos de Ourense y Lugo estarán alrededor de los cero grados o incluso menos», explica el meteorólogo.
La amenaza de la helada
Si se confirma la llegada del aire origen polar y las temperaturas negativas, que podrían descender hasta los cuatro grados bajo cero, se formarán heladas en muchos puntos del interior. Falta saber con que intensidad se van a desarrollar. Las heladas, tan habituales durante el invierno, representan ahora una amenaza para la vegetación gallega. El episodio de altas temperaturas de febrero adelantó la floración de muchas especies. En estos momentos las plantas todavía son muy vulnerables a las bajas temperaturas y una fuerte helada podría provocar la pérdida de la hoja primero y el fruto después.