Hoy la borrasca Laura dejará una jornada de chaparrones y nieve a partir de los 1.000 metros de altura
08 mar 2019 . Actualizado a las 19:40 h.El mes de febrero fue muy cálido en toda Europa. Se batieron récords por todo el continente. En el Reino Unido se superaron por primera vez en un invierno los veinte grados mientras que las temperaturas máximas en Galicia rozaron los 27 grados. «Lo que sucedió se puede definir como warm spell, un concepto para referirse a episodios similares a las olas de calor de verano pero que ocurren en invierno», explica el climatólogo Dominic Royé.
El clima es un sistema muy cambiante y de la misma forma que el año pasado se registraron temperaturas muy por debajo de la media ahora la anomalía puede ser claramente positiva. Hasta aquí todo normal. Pero lo cierto es que los inviernos gallegos ya no son lo que eran debido al aumento de la temperatura media del planeta. «El incremento de la media nos conduce a inviernos con más extremos por calor y menos por frío. Esto no significa que no puede haber episodios extremos por bajas temperaturas pero su frecuencia será menor», asegura el investigador.
Los datos ponen de manifiesto que las anomalías de temperaturas durante los inviernos en ciudades como Santiago, A Coruña,Vigo y Ourense se están desplazando hacia el margen derecho, sobre todo a partir de 1990, tomando como período de referencia 1950-1980. Esto significa que los meses invernales presentan cada vez con mayor frecuencia eventos calurosos o extremadamente calurosos, justo como ha ocurrido hace una semana. El invierno climatológico, diferente al astronómico, que comprende diciembre, enero y febrero, ha sido según la Agencia Estatal de Meteorología, la estación con las temperaturas máximas más elevadas desde que existen registros. Si la tendencia actual se mantiene este tipo de episodios primaverales, casi veraniegos, aumentarán. «Es un fenómeno que puede pasar de forma natural pero sí que con el cambio climático puede producirse de forma más habitual porque está relacionado con el jet stream», confirma Royé.
Hoy, nieve a 1.000 metros
Otra cosa a la que parece que habrá que acostumbrarse dada la nueva configuración de la corriente en chorro, que genera enormes meandros, es a los cambios bruscos de las condiciones meteorológicas. Hace una semana, con temperaturas veraniegas en toda la comunidad, ¿quién podría imaginar que solo siete días después nevaría por debajo de los mil metros de altura? La borrasca Laura, que ayer afectó a Galicia con lluvias intensas y fuertes rachas de viento, hoy permite que llegue aire frío de origen polar, que provocará una jornada muy inestable. Los chaparrones serán generalizados, intensos, acompañados de granizo y de aparato eléctrico.
La Aemet ha activado la alerta naranja por fuertes vientos desde las once de la mañana de hoy en A Mariña lucense y en el noroeste de la provincia de A Coruña. Se esperan rachas de más de 100 kilómetros por hora.
El aviso por fuertes vientos en esas zonas estará activo entre las once de la mañana y la dos de la tarde. Además sigue vigente la alerta naranja en todo el litoral hasta las ocho de la tarde en la costa de Lugo y hasta las tres en el resto.