El universo «trans» reivindica su espacio en la sociedad

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un fotograma del vídeo que opta a los Maestro Mateo
Un fotograma del vídeo que opta a los Maestro Mateo

Un vídeo que pretende sensibilizar sobre su realidad, finalista en los premios Mestre Mateo

23 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Para los niños y adolescentes transgénero todo en la vida es «ojalá» hasta que finalmente pasa. Con esta clara definición habla de su experiencia Pablo, el primer menor trans que logró en Galicia cambiar su nombre y su sexo, en el documental Sorrisos transformadores, de la Asociación Arelas e Islandia Producciones, subvencionado por la Diputación de Pontevedra, que está nominado a los premios Mestre Mateo en la categoría de Mejor Serie Web.

Un vídeo lleno de personas reales como Ivana, psicóloga, que recuerda una infancia entera soñando por las noches con ser una niña. Un proceso que muchos padres viven hoy, día a día con sus hijos, y en el que es importante, acompañar y dejar los tabúes a un lado. «La fórmula secreta es la información, pero siempre como algo positivo», explica Hugo, otro de los participantes en el documental. Para la sexóloga Penélope Alonso, «de lo que se trata es de los niños y las niñas crezcan felices y se conviertan en personas felices»; mientras que la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la USC, Carmen Fernández, asegura que hay que «dejar a las personas que son diferentes a nosotros abrirse, porque en la diversidad que nos plantean nos ofrecen un mundo mucho más rico y mucho más humano». La diversidad como riqueza en la educación.

Según explica Cristina Palacios, de la Asociación Arelas, el vídeo surgió de una campaña fotográfica itinerante con el mismo nombre que funcionó muy bien, y pretende dar a conocer «cuáles son los problemas con los que se encuentran cada día las personas trans». Respeta, iguala, sensibiliza, vive y deja vivir, son las palabras clave de un trabajo que tiene también un lado reivindicativo. «Tiene que haber más leyes que otorguen derechos -recuerda Palacios- porque básicamente no tenemos ninguna». Para ella, como madre, lo más difícil «tiene que ver con el desconocimiento que vemos en los profesionales. La vida de nuestros hijos depende mucho del médico, de los profesores o del juez que te toque y, desgraciadamente, la transexualidad sigue siendo una asignatura pendiente con respecto a los profesionales». A pesar de todo, considera que la sociedad ha avanzado muchísimo, aunque teme un cambio político al estilo de Andalucía, donde, asegura, las personas en su situación empiezan a tener dificultades,