La victoria de Cuarón en los Bafta, ¿anticipo de los Óscar?

LA VOZ AGENCIAS

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BEN STANSALL | AFP

En los últimos cinco años, los Bafta y los Óscar han coincidido en cuatro ocasiones en lo que se refiere a mejor dirección

11 feb 2019 . Actualizado a las 17:52 h.

Alfonso Cuarón salió triunfante del Royal Albert Hall de Londres, con cuatro Bafta del cine británico, entre ellos los de mejor película y director, unos premios que en el caso de la dirección han coincidido en los últimos años con el resultado de los Óscar, pero no así en la categoría reina.

En los últimos cinco años, los Bafta y los Óscar han coincidido en cuatro ocasiones en lo que se refiere a mejor dirección: Alfonso Cuarón, por Gravity, en 2014; Alejandro González Iñárritu, por El renacido, en 2016; Damien Chazelle, por La La Land, en 2017, y Guillermo del Toro, por La forma del agua, el año pasado.

Solo erraron en 2015, cuando los Bafta optaron por Richard Linklater, por Boyhood y los Óscar por Iñárritu, por Birdman.

En mejor película sin embargo, solo una coincidencia, la de 2012, cuando los premios británicos y los estadounidenses consideraron a 12 años de esclavitud, de Steve McQueen, el mejor filme del año.

Pero más allá de si los Bafta son o no el anticipo de los Óscar, lo que está claro es que el filme de Cuarón (Ciudad de México, 1961) ha concitado este año una enorme e inusual unanimidad.

Y ello pese a ser un proyecto complicado. Rodada en blanco y negro, en español y mixteco, con actores en su inmensa mayoría debutantes, y producido por una plataforma audiovisual, Netflix, que en un primer momento ni siquiera pensaba estrenarla en cines.

Pero el éxito que el filme tuvo en su estreno en el Festival de Venecia, donde se hizo con un incontestable León de Oro, marcó el inicio de una exitosa carrera internacional.

El galardón de Venecia abrió las puertas a que la película se estrenara en salas de cine, de forma limitada eso sí, pero suficiente para que optara a los grandes premios de la temporada y para que demostrara que el buen cine lo es sin importar el soporte para el que se produzca.

Desde el primer momento, crítica y público se pusieron de acuerdo en que Roma es una obra maestra, la culminación de la carrera de Cuarón y su homenaje particular a su familia, a su infancia en Ciudad de México, a su barrio (ese Roma del título que muchos creen que está en Italia) y, sobre todo, a Libo, la criada que cuidó de él y de sus hermanos.

En la pantalla Libo se convierte en Cleo y toma la apariencia de Yalitza Aparicio, una maestra de escuela indígena y debutante en esto del cine, que ha asombrado por la naturalidad con la que se ha enfrentado a las cámaras.

Tanto, que está nominada a mejor actriz en los Óscar, al igual que su compañera de reparto, Marina de Tavira, casi la única profesional entre los intérpretes de la película.

Son en total diez las nominaciones a los Óscar que ha logrado Roma: a mejor película, director (Cuarón), actriz (Aparicio), actriz de reparto (De Tavira), película de habla no inglesa, fotografía (Cuarón), guion (Cuarón), diseño de producción, edición de sonido y mezcla de sonido.

Unas candidaturas que podrían llevar a Cuarón a hacer, de nuevo, historia en el cine.

Hace cinco años se convirtió en el primer director hispano en lograr un Óscar por Gravity y ahora su Roma podría ser la primera película en español en lograr en Óscar a mejor filme.

Para lograrlo, tendrá que vencer a Infiltrado en el KkKlan, Black Panther -la primera cinta de superhéroes que consigue este reconocimiento-, Bohemian Rhapsody, La favorita, Green Book, El vicio del poder, y Ha nacido una estrella.

De momento, ya se ha llevado el Bafta a mejor película y a mejor película extranjera. Un doblete de récord que podría repetirse en los Óscar.

La noche del cine británico

La muy personal Roma, del cineasta mexicano Alfonso Cuarón, se coronó el domingo como gran ganadora sorpresa de los premios del cine británico, con cuatro galardones incluido el de mejor película, aguándole la noche a La Favorita pese a sus siete estatuillas.

En los últimos minutos de la ceremonia, la película mexicana robó el protagonismo a la comedia histórica La Favorita, del cineasta griego Yorgos Lanthimos, que partía como favorita, valga la redundancia, y durante la velada fue acumulando galardones hasta sumar siete. Su protagonista, la actriz británica Olivia Colman, se alzó con el premio a la Mejor Interpretación Femenina por su espectacular encarnación de una neurótica reina Ana de Inglaterra.

La Favorita es una tragicomedia, ambientada en la Inglaterra del siglo XVIII, en la que una confidente y una cortesana se disputan los favores de la reina Ana (1665-1714). Formando un triángulo amoroso teñido de ambiciones políticas, entre las tres mujeres se acaba instalando un juego perverso de influencia y manipulación. Ambas actrices secundarias, Emma Stone y Rachel Weisz estaban nominadas pero el premio fue a manos de la segunda. La cinta fue también premiada con el Bafta al mejor guión original y con premios por sus trabajos de vestuario, maquillaje, peinado y diseño artístico.

En el apartado masculino, el bafta al mejor actor se lo llevó Rami Malek por su impresionante encarnación del personalísimo Freddie Mercury, cantante de Queen, en Bohemian Rhapsody. Este filme sobre el mítico grupo de rock británico ya le había valido a Malek, de 37 años, varios premios, incluyendo un Globo de Oro y un Screen Actors Guild Award, considerados como indicadores de cara a los Oscar, que tendrán lugar el 24 de febrero. «Cuando empecé a preparar el papel de Freddie Mercury me preguntaba si estaría a la altura. Es una inmensa responsabilidad pero una responsabilidad que tenía que asumir», declaró el actor estadounidense. «No se trata de imitar a Freddie, sino de entender porqué hacía lo que hacía».

Pese al éxito de Bohemian Rhapsody, la British Academy of Film and Television Arts (BAFTA) decidió suspender la nominación de su director, Bryan Singer, tras unas acusaciones de agresión sexual, algunas de menores, vertidas contra él por cuatro hombres en un artículo de The Atlantic, donde aparecía como un «depredador» que administraba drogas y alcohol a sus víctimas. Singer, de 53 años, se defendió de las acusaciones, tildando el artículo de «homófobo» y acusándolo de buscar «ensuciar» su reputación y entorpecer el éxito de su película, que también fue reconocida el domingo en el Royal Albert Hall por la calidad del sonido con que reproduce los grandes éxitos de Queen.