El pontífice deja abierta la puerta a conceder la ordenación sacerdotal a hombres casados en lugares recónditos
28 ene 2019 . Actualizado a las 15:50 h.El papa Francisco nunca autorizará el celibato opcional. «Creo que es un don a la Iglesia y yo no estoy de acuerdo con permitirlo de forma opcional», dijo rotundo el sumo pontífice durante la rueda de prensa celebrada en su viaje de regreso de Panamá tras la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Sí dejó abierta la puerta, sin embargo, a conceder la ordenación sacerdotal a hombres casados -los llamados «viri probati»- en lugares recónditos, como las islas del Pacífico o la Amazonia, donde faltan sacerdotes.
Explicó que hay un libro interesante donde un teólogo dice que «la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace la Iglesia», y que hay lugares donde la comunidad católica está en manos solo de diáconos, las hermanas religiosas o laicos. En este volumen, detalló el papa, se habla de que se podría otorgar el sacerdocio a los casados solo para celebrar misa, el sacramento de reconciliación o la unción de enfermos y que esto «podría ser interesante». También consideró que, en su opinión, los jóvenes se alejan de la Iglesia «por la falta de testimonio de los cristianos, de los sacerdotes, de los obispos» y bromeó al señalar que no podía decir «también de los papas».
Agrego Francisco, según recoge Efe, que «si un pastor no vive con pasión, la gente se siente abandonada, o con cierto sentido de desprecio» y que, lo mismo ocurre con los laicos, existen «católicos hipócritas, que van todos los domingos a misa, pero luego no pagan la paga extra o pagan en negro, explotan a la gente, y después se van al Caribe de vacaciones». «Esto es un contra-testimonio por parte de un católico y esto aleja a las personas de la Iglesia», añadió.
«No digas que eres católico si no das testimonio. Decid que tenéis educación católica, pero que sois tibios, mundanos». Agregó el papa que «le dan pánico» este tipo de católicos que se creen perfectos.
«Temo el derramamiento de sangre en Venezuela»
A su vuelta de Panamá, Francisco ha manifestado además su opinión con respecto al conflicto en Venezuela. «¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre», ha asegurado el pontífice, quién sin embargo ha evitado pronunciarse sobre lo que se debería hacer. «Sería una imprudencia pastoral por mi parte y haría daño», ha asegurado. En todo caso, desea que pueda fraguarse una «solución justa y pacífica» en el país.
Sobre el comunicado que emitió el Vaticano mientras estaba en Panamá, ha relatado que sopesó mucho los términos de la declaración. «Las palabras las pensé y las repensé. Y creo que con eso expresé mi cercanía, lo que siento -ha expresado-. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento y por eso deseo que se pongan de acuerdo», ha agregado.