La artrosis ya no es una enfermedad de ancianos, es un problema de jóvenes

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Mario Vaquerizo acaba de anunciar que padece artrosis
Mario Vaquerizo acaba de anunciar que padece artrosis V Televisión

Mario Vaquerizo hizo público que padece artrosis y el reaumatólogo del Chuac, Francisco Blanco, habla del cambio que ha dado una enfermedad que ya aparece a los 20 años y se diagnostica a los 40

23 ene 2019 . Actualizado a las 12:14 h.

«Tengo una degeneración que acaba en artrosis crónica. Soy muy mal paciente, el dolor continuado no lo soporto. No puedo correr ni peinarme con el secador. Mi enfermedad me está afectando tanto que no tengo ganas de nada», el que habla es Mario Vaquerizo que hace unos días anunció que se une a los más de siete millones de españoles que tienen artrosis. Una cifra que asciende, a nivel mundial, hasta los 300 millones de personas. El número de pacientes se ha duplicado desde los años 90.

«Realmente eso de artrosis crónica no existe. La artrosis de por sí es crónica. Cuando a uno se le diagnostica ya no se cura. Nunca desaparece. Convive con el paciente el resto de su vida. También es progresiva pero la rapidez con la que avanza varía de unas personas a otras», asegura el doctor Francisco Blanco, coordinador del grupo de Investigación en Reumatología del Chuac. 

La artrosis supone un coste medio anual de 4.738 millones de euros para el Sistema Sanitario español. Es una de las enfermedades más incapacitantes que existen pero, a pesar de los números, todavía se sigue asociando a la vejez y, como confirma el doctor Blanco: «La artrosis ya no es una enfermedad de ancianos, también es un problema de jóvenes»

Y para muestra, los datos del último estudio de la Sociedad Española de Reumatología. La artrosis de columna lumbar es la enfermedad reumatológica más común y afecta ya al 15% de la población española por encima de 40 años. La siguiente en la lista es la de rodilla que sufren casi el 14% de los ciudadanos. Después estaría, con una prevalencia del 10%, la artrosis de columna cervical.

«Hay varios tipos de artrosis. Uno es el asociado al envejecimiento. Como es un desgaste de la articulación, con el paso de los años, al igual que envejece la piel y nos salen arrugas o se nos cae el pelo, también la articulación se va desgastando. Es una de las formas más comunes pero ahora aparecen otras clases de artrosis como la asociada a la obesidad. También hay una, cada vez más común, vinculada a los traumatismos, no grandes ni graves, si no continuos. La gente cada vez practica más deportes de contacto que suponen más estrés para la articulación», asegura el reumatólogo del Chuac. 

A los 20 años ya comienza el proceso. «La artrosis, en los pacientes que estamos diagnosticando con 40 o 45 años, empieza dos décadas antes. No da manifestaciones clínicas pero el proceso de destrucción y desgaste de la articulación se produce quince o veinte años antes de que la persona vaya al médico porque tiene dolor», confirma Francisco Blanco. 

Vivir con artrosis

«Convivo con la artrosis día a día. El dolor impide hacer una vida normal. A mi marido se la diagnosticaron con 45 años, entonces, tenía una calidad de hueso de una persona de más de 70», cuenta Mabel Avendaño, Presidenta de la Asociación de enfermos de artrite de Pontevedra. Su marido padece artrosis desde hace décadas y ella misma (enferma de artritis y fibromialgia) ya nota también sus efectos. «Lo que sientes es un dolor muy agudo que solo se va con reposo, antiinflamatorios y calmantes. Tener un dolor continuo te afecta anímicamente. El dolor te lleva a una depresión porque no eres capaz de hacer tu vida. Tu día a día ya no es el mismo. No tienes ganas de hacer nada ni de ver a nadie», asegura Mabel. «Al principio lo pasas muy mal porque la artrosis te cambia la vida. Después vas conociendo la enfermedad y sabiendo cómo tienes que lidiar con ella. Cambias tu manera de vivir para poder convivir con la artrosis». 

La artrosis y el tiempo

No hay una asociación directa entre tener artrosis y las condiciones climáticas. La artrosis la padecen tanto los pacientes que viven en Galicia como los que viven en Andalucía «pero sí que hay datos en cuanto al dolor que desarrolla uno y otro. En climas secos el dolor es menor que en climas donde hay más cambios de presión», afirma el doctor Francisco Blanco. El reumatólogo pone un ejemplo claro: «Cuando alguien tiene una caries, si toma agua fría, le duele más pero eso no quiere decir que el que toma más agua fría tenga más caries». Eso sí, Galicia no es el mejor sitio para tener artrosis porque se sufre más. Los cambios de presión atmosférica desencadenan el dolor.