Este es el objetivo de China en la Luna

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

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El gigante asiático ha conseguido que germine una semilla en la cara oculta

07 abr 2020 . Actualizado a las 18:19 h.

Este año se cumple medio siglo de la llegada del hombre a la Luna. Y mientras la Nasa solo puede observar al satélite con nostalgia, China, su competidor en la actual carrera espacial, ha tomado la iniciativa. El pasado tres de enero consiguió alunizar la sonda Chang’e-4 en la cara oculta. Un hito que ni siquiera en la época de las misiones Apolo se pudo lograr dada la complejidad técnica. El gigante asiático no ha tardado además en ponerse a hacer ciencia sobre el terreno. «China está realizando una fuerte inversión en la investigación científica. Saben que con este tipo de avances pueden desarrollar muchas patentes», confiesa Eduardo González Pastor, jefe del departamento de Evolución Molecular del Centro de Astrobiología del CSIC-INTA. La Administración Espacial Nacional China (CNSA) ha conseguido que brote una semilla de algodón, la primera planta lunar de toda la historia. «Es importante destacar que no ha sido sobre la propia superficie lunar sino sobre un dispositivo acondicionado que incorpora el robot y que permite mantener la temperatura en un rango moderado, entre uno y treinta grados. La planta no soportaría las condiciones exteriores, debido la intensa radiación o al enorme contraste entre las temperaturas diurnas, de hasta 100 grados y las nocturnas, de -100 grados», reconoce González Pastor. Pero el éxito es incuestionable, sobre todo por la semilla ha germinado en un mundo que tiene un quince por ciento menos de gravedad que la Tierra. «En ausencia de gravedad las plantas tienden a desorientarse y las raíces crecen en todas las direcciones. En la imagen que han enviado los chinos se aprecian varias hojas y el tallo tiene buen aspecto, orientado en una sola dirección. De todas formas la germinación representa solo la primera fase. Hay que esperar a ver cómo evoluciona la planta y ver si realmente puede florecer», añade.

El experimento también incorpora semillas de olza, patata y arabidopsis, huevos de mosca de la fruta y levadura. El objetivo es tratar de crear ecosistemas para las bases extraterrestres. «Si queremos establecer colonias en las que se puedan permanecer durante un largo período de tiempo lo ideal sería producir alimentos en el propio hábitat para alimentar a la tripulación», apunta el experto. Solo los viajes espaciales ya representan un auténtico desafío tecnológico, por ejemplo en lo referente al soporte vital de los astronautas. «Llevar alimentos a Marte, un misión que se prolongaría al menos durante dos años, conllevaría demasiados costes y ocuparía bastante espacio. Sin embargo, sería mucho más factible si se producen los alimentos en la propia nave. Además, lo ideal sería fabricar ecosistemas que no solo sirvan para alimentar sino también para producir el oxígeno. Incluso disponer de bacterias que puedan encargarse de los deshechos que genera la tripulación y que después estos a su vez sean reutilizados como abono. Es decir, crear sistemas que se puedan automantener y, para lograr esto, las plantas juegan un papel fundamental», comenta el científico.

El primer ser vivo que ha nacido en la Luna pone de manifiesto que China va muy en serio con la exploración del espacio. Su hoja de ruta está muy bien diseñada. Antes de que termine el 2019 enviará una nueva sonda, la Chang’e-5, que recogerá muestras de la Luna y las traerá de vuelta a la Tierra.