Parir en coma, una rareza fisiológica con síndrome de abstinencia para el bebé

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Casos como el de EE.UU. son inusuales, pero si el organismo mantiene sus funciones no suele haber problemas

09 ene 2019 . Actualizado a las 09:20 h.

Fue un milagro. Esta fue una de las frases más repetidas después de conocerse el caso de una mujer en Phoenix (Estados Unidos) que se quedó embarazada y tuvo un hijo sano después de permanecer catorce años en coma en un hospital dedicado a la atención de enfermos de larga duración. Pero no, no lo fue. Desde un punto de vista fisiológico es perfectamente posible y existen otros precedentes conocidos. Y en todos estos sucesos el embarazo se debió a un abuso sexual.

Pero al margen de este suceso escabroso, el hecho de que un feto sobreviva en la placenta de una madre en coma no tiene nada de milagroso. «Teóricamente, si es una mujer que no tiene una hipertensión, o cualquier otra enfermedad de base, al margen del coma, si el útero está bien nutrido, si el aporte sanguíneo es bueno y se mantienen las constantes arteriales no debería existir ninguna complicación con el embarazo», explica el ginecólogo David Gómez Sánchez, presidente de la Sociedade Galega de Contracepción. Coincide en la apreciación José Luis Fernández Trisac, coordinador de la Unidad de Neonatos del Chuac y presidente de la Asociación Galega de Neonatoloxía. «Si se mantienen las funciones regulatorias del organismo en buen estado es perfectamente posible. Técnicamente es bastante posible», advierte.

La clave para que esto sea posible es que las zonas del cerebro que han llevado a las enfermas al coma no hayan quedado completamente destruidas. De hecho, en estas circunstancias estaríamos hablando de muerte cerebral, que es una condición totalmente distinta, aunque también se han dado casos de embarazos en estas situaciones, aunque mucho más comprometidos.

El cerebro de una persona en estado vegetativo puede mantener preservados el hipotálamo o la hipófisis que, situada en la base del cráneo, regula el desarrollo o la actividad sexual. «Ahí se pueden producir las hormonas que van a mantener el ciclo ovulatorio», precisa Cristóbal Galbán, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. «También -añade- se necesitan unos ovarios funcionantes que respondan a los estímulos de las hormonas, y si la paciente es joven pueden funcionar perfectamente».

Técnicamente a este tipo de embarazos se les denomina de alto riesgo, pero en la práctica tampoco tiene porque ser así. «Si el útero está bien nutrido para que pueda crecer el feto y si la paciente mantiene su situación de presión arterial y su sistema respiratorio y renal estable no tendrían porque existir problemas», destaca Galbán.

Del caso ocurrido en el hospital de Hacienda HealthCare también llamó la atención que los cuidadores de la paciente no advirtieran de que estaba embarazada hasta que prácticamente se puso de parto. Es excepcional, pero es algo que entra dentro de lo posible. «Es difícil llegar al final sin detectarlo, pero no imposible», corrobora Cristóbal Galbán. «Puede ocurrir -dice- que el organismo cuando está en una situación de coma, por no tener demasiados estímulos, regula el peso, con lo cual, a veces, te encuentras con personas que están delgadas y cuando te das cuentas que están a punto de parir resulta muy llamativo».

El ginecólogo David Gómez Sánchez también cree posible que los cuidadores no conociesen su situación hasta el último momento. Al margen del desequilibrio en el organismo que pudo generar el coma pudo darse el caso de que fuera una mujer obesa, que el feto fuera muy pequeño o que, por distintas circunstancias tuviera reglas irregulares que impidieran a los cuidadores detectar la situación a tiempo. Aún así, asegura que son supuestos excepcionales.

De lo que sí advierte Gómez es de los problemas que pueda tener el bebé en el futuro, aunque haya nacido sin problemas. «Si la mujer estaba en coma -dice- tuvo que recibir gran cantidad de fármacos que pasan a través de la placenta y que recibe el bebé y no sabemos qué efectos tendrá en su sistema nervioso. Pero a corto plazo tendrá dependencia y síndrome de abstinencia».