Colágeno bebible: ¿el último timo?

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El colágeno bebible y los suplementos de esta molécula se pueden adquirir en algunas farmacias
El colágeno bebible y los suplementos de esta molécula se pueden adquirir en algunas farmacias

Dermatólogos y farmacéuticos niegan los efectos de los suplementos de moda entre las famosas

05 ene 2019 . Actualizado a las 13:32 h.

La belleza también está en el interior. O eso es lo último que quieren vendernos. Con campañas protagonizadas por famosas como Madonna, Cameron Díaz o Sienna Miller, las tres supuestas representantes del milagro del colágeno bebible, una especie de pócima de la eterna juventud que si te la bebes, aseguran, casi te hace retroceder en el tiempo. En un envase de este producto se pueden leer sus presuntos beneficios: «hidratación, elasticidad, firmeza. Reduce las arrugas y las líneas de expresión, fortalece las uñas y el cabello. Reduce la fatiga».

Según Roi Cal Seijas, farmacéutico y uno de los integrantes de la web Farmaciencia, este producto «ni está probado ni es efectivo». El experto asegura que «todo el colágeno que existe en nuestro cuerpo ha sido creado en nuestras células, ni una sola fibra de colágeno de nuestro organismo se ha obtenido a través de la dieta». Explica que, aunque la absorción del colágeno es casi completa, «su biodisponibilidad es nula». Es decir, que lo que realmente nos llega son los aminoácidos que lo componen, que ya no tendrían el efecto que nos venden. «La idea de ‘‘si tomo colágeno tendré mejor piel o articulaciones’’ es tan absurda como creer que si come pelo le crecerá más pelo, si come sesos tendrá más memoria o si come el corazón de un león será más valiente».

En cuanto a los suplementos de colágeno que se venden como supuesta panacea para los problemas de articulaciones, el farmacéutico asegura que, aunque hay estudios a favor, la mayoría están hechos por los propios fabricantes, y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) «no permite hacer menciones o atribuir propiedades saludables a estos productos».

Otro de los puntos oscuros de la moda del colágeno es su fabricación. Cal Seijas apuesta a que muy pocos consumidores saben realmente cómo se elaboran. «El colágeno -cuenta- se obtiene principalmente de los desperdicios de los mataderos (de esos restos que no sirven ni para hacer nuggets), o de la industria pesquera». Realmente, llevamos toda la vida obteniendo colágeno de otras fuentes alimentarias. «Seguramente disfrute más de unos callos o un bacalao al pilpil que de esos insípidos polvos que compra».

Por último, en cuanto a las opiniones de usuarios que aseguran que a ellos sí les ha hecho efecto el farmacéutico sugiere que esta percepción podría tener varias causas: «Podría ser debido al efecto placebo, a regresiones a la media o fruto del azar. También hay personas que creen que les surte efecto la homeopatía, el reiki o la acupuntura, siendo estos meros fraudes seudocientíficos sin la menor efectividad».

«No se absorbe en el tracto digestivo. Es mejor comerse un buen codillo»

Aunque muchos vendan el colágeno como la panacea de la dermatología estética, los expertos niegan rotundamente sus supuestas virtudes. Eduardo Fonseca, jefe del servicio de Dermatología del Chuac, asegura que la nueva moda del colágeno bebible no se sostiene por sí misma. «El colágeno no es absorbible por el tracto digestivo, es imposible que pase al torrente sanguíneo. Se puede obtener en los ingredientes de una dieta normal, yo creo que para el que quiera colágeno es mejor comerse un codillo».

En cuanto a la utilización de este ingrediente en las cremas cosméticas, el experto asegura que sí puede tener un efecto, pero en cualquier caso temporal. «Es un efecto cosmético y temporal, que en el momento puede notarse, pero solo dura un tiempo y no se incorpora para nada a la estructura de la piel ni se absorbe». Esto mismo pasa, según Fonseca, con los cosméticos que nos venden como hidratantes, que no se absorben realmente por la piel. La única forma de hidratarse, asegura, es por dentro.

Por otra parte, el dermatólogo explica que algo similar sucede con el ácido hialurónico, que, aunque se utiliza en cosmética desde hace más de cincuenta años, vive ahora también un momento dorado. «Se trata de un humectante potente que retiene las moléculas de agua, pero es un relleno temporal, hasta que el organismo lo elimina».